La menopausia no es causa de depresi¨®n, seg¨²n los datos de los ¨²ltimos 30 a?os
Los estudios publicados hasta la fecha en la literatura m¨¦dica mundial no proporcionan base suficiente para achacar a la menopausia ser causa de depresi¨®n en las mujeres que alcanzan esta etapa, seg¨²n una revisi¨®n publicada en The British Medical Journal. La revisi¨®n sistem¨¢tica de 43 estudios epidemiol¨®gicos (ninguno espa?ol) hecha por Louise Nicol Smith presenta algunos problemas, reconoce la revista, pero la conclusi¨®n es que no existen pruebas de que la menopausia natural cause depresi¨®n.
Se trata de estudios multiculturales, epidemiol¨®gicos puros, de correlaci¨®n (entre niveles de hormonas y depresi¨®n) y de intervenci¨®n. En los primeros, la conclusi¨®n principal es que el impacto psicol¨®gico de la menopausia est¨¢ influido por los valores sociales adscritos a las mujeres mayores y los papeles que pueden jugar en la sociedad, as¨ª como por factores relacionados con el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio.
Signos fisiol¨®gicos
En cuanto a los estudios epidemiol¨®gicos, en su mayor p arte realizados en la d¨¦cada de los ochenta, en cuatro de ellos no se observ¨® un aumento de depresiones con la menopausia y s¨ª que las mujeres en edad de procrear ten¨ªan m¨¢s tendencia a la depresi¨®n que las de m¨¢s edad, explica la revista. Los ¨²nicos signos fisiol¨®gicos que se pudieron atribuir a la menopausia fueron ataques de rubor y sudores nocturnos.En los estudios prospectivos se observ¨® que los factores psicosociales eran los mayores indicadores de riesgo de depresi¨®n a la llegada de la menopausia. Entre estos factores est¨¢n la creencia de que la menopausia provoca problemas f¨ªsicos y emocionales, el mayor o menor apoyo de la pareja, la existencia de enfermedades cr¨®nicas como la artritis y la duraci¨®n de los s¨ªntomas vasomotores de la menopausia.
Por otra parte, los estudios de correlaci¨®n no han encontrado ligaz¨®n entre las concentraciones de estr¨®genos y la depresi¨®n, aunque, seg¨²n la revista, son necesarios m¨¢s estudios. La terapia sustitutiva de estr¨®genos se ha popularizado en los ¨²ltimos a?os y se relaciona con un menor riesgo cardiovascular y con la prevenci¨®n de osteoporosis.
Tambi¨¦n se ha intentado relacionar con la mejora del estado de ¨¢nimo, atribuyendo a los estr¨®genos efectos psicoactivos, pero existen graves problemas metodol¨®gicos porque, por ejemplo, se produce una mejora de los s¨ªntomas vasomotores que puede inducir la sensaci¨®n de un mayor bienestar an¨ªmico. S¨®lo en alg¨²n estudio sobre mujeres sanas y seleccionadas a las que se han administrado altas dosis de estr¨®genos se ha encontrado un peque?o incremento del bienestar.
La psic¨®loga cl¨ªnica Myra S. Hunter, del University College, de Londres, se?ala en la revista que, por tanto, atribuir la depresi¨®n en mujeres de mediana edad autom¨¢ticamente a los cambios hormonales causados por la menopausia es demasiado simplista y normalmente no est¨¢ justificado.
La autora del estudio apunta los peligros de creer que una depresi¨®n es causada por la menopausia y no tratarla.
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