Amor, sexo, amistad
"El amor es un tema sobre el que no pienso demasiado, y dir¨ªa que los imb¨¦ciles que he conocido hablaban del amor en grandes t¨¦rminos", afirma Gore Vidal. "Cada vez que alguien empieza a hablar de amor verdadero saco el rev¨®lver y disparo. Hay sexo y amistad, y ¨¦stas son las dos ¨²nicas cosas que me interesan. Nunca s¨¦ de qu¨¦ habla la gente cuando habla de amor. Ni ellos tampoco. Lo saben cuando hablan de sexo, pero no lo quieren admitir. O cuando hablan de poder, de la manera de usar el poder de las apariencias y de su posici¨®n con respecto a los dem¨¢s seres humanos".
Pese a este duro comentario, en el libro de Gore Vidal hay un leit-motiv: un joven jugador de b¨¦isbol rubio y de ojos azules llamado Jimmie Trimble con el que Vidal se masturbaba en la adolescencia. Trimble muri¨® asesinado en la II Guerra Mundial. "S¨ª, es una declaraci¨®n de amor", dice Gore Vidal. "Pero me ha costado casi 70 a?os darme cuenta", a?ade con escepticismo. "No he pensado en ello pr¨¢cticamente en todo este tiempo, aunque ha estado ah¨ª, en la parte de atr¨¢s de mi cerebro".
Gore Vidal se reconoce en una palabra: pansexual. Se jacta de la promiscuidad sexual que ha practicado, y a?ade que siempre la ha recomendado "hasta que lleg¨® el sida". "Gracias a Dios", contin¨²a, "he vivido antes de los tiempos del sida, y desconozco lo que pasa por las mentes de los j¨®venes ahora, si est¨¢n aterrorizados por el sexo cuando deber¨ªan estar practic¨¢ndolo todo el tiempo. En mi ¨¦poca coincid¨ª con varios que ten¨ªan una cosa en com¨²n conmigo: la promiscuidad total. Uno era Kennedy, otro Brando, Tennessee Williams y yo. Nos conoc¨ªamos, ¨¦ramos de la misma edad, vivimos una ¨¦poca maravillosa, no par¨¢bamos".
Se lo perdieron
"La s¨ªfilis fue barrida en los cuarenta y desde entonces hasta los ochenta ha habido al menos 40 a?os espl¨¦ndidos", contin¨²a. "?Lo siento por los que se lo perdieron!"Gore Vidal se enfrent¨® a "la dictadura heterosexual" de Am¨¦rica a los 23 a?os. Su libro La ciudad y el pilar, de 1948, trataba "sobre la fundamental naturalidad, mejor dicho, normalidad, de la homosexualidad". Poco despu¨¦s apareci¨® el informe Kinsey, "donde se descubri¨® que el 37% de los americanos varones hab¨ªamos practicado el sexo con otros hombres", dice. "Esto cay¨® como una bomba en Estados Unidos. Como tambi¨¦n cay¨® como una bomba La ciudad y el pilar, porque trataba de chicos normales enamor¨¢ndose y disfrutando del sexo. ?No era posible, ten¨ªan que ser locas, ten¨ªan que ser peluqueros, era imposible entre los soldados! Tuvo cr¨ªticas malas pero fue un gran ¨¦xito y un gran esc¨¢ndalo. Y tres meses despu¨¦s lleg¨® el doctor Kinsey diciendo lo mismo. Todo el pa¨ªs se qued¨® de piedra y un intelectual -en Am¨¦rica no tenemos muchos y de los que hay muy pocos son buenos- se pregunt¨®: '?Y d¨®nde est¨¢ el amor en el informe Kinsey?' Y el doctor Kinsey respondi¨®: 'Yo no mido el amor sino las eyaculaciones".
Babelia
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