Tormenta pol¨ªtica en Alemania por la vinculaci¨®n de su servicio secreto con casos de secuestros en Colombia
La detenci¨®n del agente privado alem¨¢n Werner Mauss junto con su mujer en Colombia, cuando intentaban sacar del pa¨ªs a la esposa de un empresario alem¨¢n, secuestrada por el grupo guerrillero Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), ha sacado a relucir sus conexiones con el servicio de espionaje alem¨¢n (BND). Las revelaciones sobre la relaci¨®n de Mauss con el BND, y sobre todo el ministro de Estado en la Canciller¨ªa Federal, el democristiano Bernd Schmidbauer, encargado de coordinar los servicios secretos, han desencadenado una tormenta pol¨ªtica en Bonn. Schmidbauer deber¨¢ comparecer hoy ante el Parlamento Federal (Bundestag), para responder las preguntas de la oposici¨®n de socialdem¨®cratas y Verdes sobre su relaci¨®n con Mauss, a quien, el Gobierno de Colombia acusa de vinculaci¨®n con la guerrilla y de haberle entregado dinero por rescates.
Las revelaciones sobre el superagente Mauss, una de las figuras m¨¢s misteriosas de los ¨²ltimos a?os, implicado en un sinf¨ªn de casos m¨¢s o menos turbios de criminales y terroristas, han involucrado, una vez m¨¢s, al coordinador de los servicios alemanes Schmidbauer, quien hab¨ªa conseguido acallar y agotar por aburrimiento a sus cr¨ªticos por el esc¨¢ndalo del plutonio, en el que dos espa?oles acabaron en la c¨¢rcel en M¨²nich.
La polic¨ªa colombiana, al detener a Mauss, lo encontr¨® provisto de un arsenal de pasaportes alemanes tan perfectos, como que hab¨ªan sido fabricados por el BND. En Colombia acusan a Mauss y su esposa de haber entregado dinero a la guerrilla, para el rescate de la esposa del ejecutivo de la empresa qu¨ªmica alemana BASF, y tambi¨¦n de complicidad con los guerrilleros del ELN, que dirige el cura espa?ol Manuel P¨¦rez y se financian con extorsiones y secuestros de las empresas multinacionales que trabajan en el pa¨ªs.
Servicios bien pagados
En la c¨¢rcel de Medell¨ªn, Mauss y su esposa esperan una intervenci¨®n del Gobierno alem¨¢n que les saque de la situaci¨®n. Bonn se limita a afirmar que no existe una relaci¨®n entre el BND y Mauss, quien s¨®lo interven¨ªa en "cuestiones humanitarias". Los motivos de Mauss no parecen tan humanitarios, porque los pagos percibidos por sus servicios le hab¨ªan convertido en multimillonario, gracias en parte en los ¨²ltimos tiempos a la industria del secuestro en Colombia.El semanario Der Spiegel, que con dos de sus redactores acompa?¨® hace unos meses a Mauss en la liberaci¨®n de unos empresarios italianos en poder del ELN, ha comenzado a desemascarar las actividades de Schmidbauer y su conexi¨®n con el superagente, ya no tan secreto, despu¨¦s de que en Colombia han publicado y difundido a todo el mundo su foto. Seg¨²n el semanario, Mauss se hab¨ªa convertido en una minimultinacional a la hora de resolver y mediar en secuestros. Publica Der Spiegel esta semana una copia de un escrito hallado en el fax portatil que llevaba Mauss al ser detenido. En ese fax, dirigido a Atlanta (Mauss), el poderoso grupo industrial argentino Techint se mostraba dispuesto a participar en una reuni¨®n en Bonn y garantizaba 3,5 millones de d¨®lares (unos 450 millones de pesetas) por el pago de un paquete que comprend¨ªa la liberaci¨®n de tres personas, los gastos de Atlanta y un acuerdo de paz. Seg¨²n ese fax, ese plan hab¨ªa sido propuesto por Schmidbauer al embajador argentino en Bonn y Techint daba su conformidad con el pacto.Las actividades de Schmidbauer van m¨¢s lejos y Der Spiegel informa que se entrevist¨® en Nueva York con el presidente colombiano, Ernesto Samper, para ofrecerle un plan de paz. En esa entrevista actu¨® como int¨¦rprete la esposa de Mauss, Ida, ahora en la c¨¢rcel colombiana. La oposici¨®n en Bonn quiere aclarar, seg¨²n declar¨® ayer el jefe del grupo del SPD Rudolf Scharping, si Schmidbauer, a quien la prensa le aplica el mote de agente 008, se ha montado en la Canciller¨ªa Federal una especie de "servicio secreto particular". Se pregunta, Scharping, si las actividades de Mauss en Colombia se llevaron adelante, sin que el ministro de Asuntos Exteriores, el liberal Klaus Kinkel, tuviese noticias de lo que se manejaba y reclama la dimisi¨®n de Schmidbauer por su implicaci¨®n en los rescates por tratarse de una cuesti¨®n de "moral p¨²blica".
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