Rusia y la OTAN

Las esperanzas de que el final de la guerra fr¨ªa pudiera significar tambi¨¦n la desmitificaci¨®n de la teolog¨ªa de la defensa no han podido mantenerse. El intento de cuadrar el c¨ªrculo con la ampliaci¨®n de la OTAN mientras la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) se fortalece ha conducido a la tortuosa f¨®rmula de un nuevo modelo superpuesto. El vicepresidente Al Gore insiste en que una OTAN ampliada a Europa central permanecer¨¢ como "una alianza defensiva de Estados democr¨¢ticos con la misma mentafldad". Pero no se supone que Rusia tambi¨¦n lo sea. No est¨¢ nada claro por qu¨¦ los rusos han de ser socios en una econom¨ªa global, pero antagonistas en la defensa continental. Las propuestas para una nueva alianza entre la OTAN y Rusia deber¨ªan implicar su pertenencia como miembro en el futuro. (...) La actual mala situaci¨®n de la OSCE es obvia, los esfuerzos deber¨ªan concentrarse en la construcci¨®n de una nueva y m¨¢s eficaz organizaci¨®n regional.Lo que queda por decir en la nueva teolog¨ªa es la vieja convicci¨®n de que Rusia es una inherente amenaza para el resto de Europa s¨®lo porque est¨¢ ah¨ª. ( ... ) Para sir Peter Inge, miembro de la defensa brit¨¢nica, la OTAN sigue siendo fundamental porque Rusia "est¨¢ abocada a crear turbulencias. Esta creencia est¨¢ muy extendida. Quiz¨¢ no sea una raz¨®n sofisticada, pero con mayor motivo hay que debatirla abiertamente. 3 de diciembre