"Actuar da mucho miedo: a veces tocas cosas misteriosas"

Podr¨ªa ser el Robert Mitchum franc¨¦s de los 90: fornido, dotado de un gran ment¨®n y unas manos enormes, sus ojos ca¨ªdos delatan m¨¢s iron¨ªa que ganas de tumbar a nadie de un pu?etazo o de un beso. Aunque nunca se sabe: a sus 49 a?os, 20 pel¨ªculas despu¨¦s, Jean R¨¦no sigue Heno de dudas sobre su trabajo. Mientras fuma tabaco light a ritmo hiper, asegura que su vida de actor oscila entre el sufrimiento, el asombro, y alg¨²n momento de placer: "Me sigue pareciendo imposible que ¨¦se que sale en la pantalla sea yo. Depardieu o Mitchum, todav¨ªa, ?pero yo! Tal vez sea que no soy una entidad. Jean Gabin, y algunos otros, eran entidades: pon¨ªan su traje a un personaje, o a otro. Yo tengo que olvidarme de qui¨¦n soy y ponerme el traje del personaje".R¨¦no ha visitado Madrid para promocionar su ¨²ltimo filme, El jaguar, que se estrena hoy. Dirigido por Francis Veber, cuenta el viaje de dos hombres a la Amazonia en busca del alma perdida del indio Wan¨², personaje inspirado en Raoni, el jefe que vino a Europa con Sting. En su castellano casi olvidado, R¨¦no define el filme como una pel¨ªcula familiar y a?ade: "?Qu¨¦ m¨¢s puedo decir?".

Hijo de padres espa?oles, ¨¦l de Jerez y ella de Sanl¨²car de Barrameda -"?Qu¨¦ duro es estar a la altura de Camar¨®n sobre un escenario!"-, R¨¦no empez¨® su carrera en el teatro. Hace cinco a?os que lo dej¨®: "Desde mi deb¨² en 1979, el cine me ha dado de comer con sal y pimienta". Hoy, es uno de los rostros m¨¢s famosos de un nuevo cine franc¨¦s del que Luc Besson (Subway, Leon ... ) es en su opini¨®n el representante m¨¢s destacado -"Es el director con el que m¨¢s me gusta trabajar, el que mejor me conoce"-, y su talento ha viajado por el mundo de la mano de Jean-Marie Poir¨¦, realizador de Los visitantes -en enero R¨¦no har¨¢ la segunda parte-, y sobre todo con M¨¢s all¨¢ de las nubes (Antonioni / Wenders, 1994) y Misi¨®n imposible, (Brian de Palma, 1995). Esta ¨²ltima fue la que m¨¢s le ense?¨®, afirma: "A Am¨¦rica hay que ir siempre con el billete de vuelta. Si eres capaz de actuar en ingl¨¦s, puedes coger el avi¨®n, ir y actuar. Pero, como Sean Connery, yo no creo que haya que vivir all¨ª. Hay ejemplos de actores europeos que cuando van a EE UU cambian la manera de actuar. Y si se pierde la diferencia se pierde todo".

?Y las diferencias legadas por Renoir, o Cocteau, por ejemplo, se reflejan en el cine de hoy? "No, la ingenuidad se ha perdido. El cine no trata ya sobre monstruos, m¨¢s bien indaga en problemas juveniles... Me conformo con hacer una buena pel¨ªcula cada dos a?os. Buscar el alma del hombre y encontrar el placer de actuar da mucho miedo: a veces tocas cosas misteriosas, que se te escapan...".