Esperanzas y desilusiones
La gl¨¢snost, esa transparencia informativa que introdujo Mija¨ªl Gorbachov como parte de la pol¨ªtica de la perestroika, comenz¨® r¨¢pidamente a expandirse independientemente ya de su voluntad y a convertirse en una aut¨¦ntica libertad de expresi¨®n. La cr¨ªtica del r¨¦gimen totalitanio y del monopolio del poder que ostentaban los comunistas, as¨ª como la revelaci¨®n de que la econom¨ªa planificada es ineficaz y conduce al pa¨ªs al abismo, todo esto determin¨® la inevitabilidad de la desintegraci¨®n del sistema sovi¨¦tico. Por supuesto que al permitir la gl¨¢snost Gorbachov no comprend¨ªa que estaba cortando la rama donde ¨¦l mismo estaba encaramado y que dentro de poco se quedar¨ªa sin trabajo, ya que el Estado que ¨¦l dirig¨ªa dejar¨ªa de existir. Las rep¨²blicas de la URSS, una tras otra, comenzaron a declarar su independencia y la Rusia democr¨¢tica, que poco antes hab¨ªa elegido a Bor¨ªs Yeltsin como su primer presidente, las apoy¨®.La metr¨®poli del imperio no aspiraba a retener a sus colonias porque consider¨¢bamos que no puede ser libre un pueblo que subyuga a otros pueblos. El ¨²ltimo clavo en la tapa del ata¨²d de la URSS lo constituy¨® el refer¨¦ndum sobre la independencia de Ucrania, celebrado el primero de diciembre de 1991. Recuerdo que Yeltsin me cit¨® -en ese tiempo yo era asesora del presidente- una semana antes del refer¨¦ndum ucranio y me pregunt¨® cu¨¢l ser¨ªa el resultado. "No menos del 75% votar¨¢ por la secesi¨®n de la URSS. As¨ª ser¨¢ en todas las provincias, menos en Crimea, que est¨¢ poblada por rusos", le contest¨¦. El presidente qued¨® impresionad¨ªsimo: "?Pero c¨®mo! ?Si los ucranios son un pueblo eslavo, cristiano como nosotros!". "Los serbios y los croatas tambi¨¦n son pueblos eslavos y cristianos", respond¨ª. "Entonces haremos lo siguiente: por supuesto que reconoceremos la voluntad de los ucranios a su autodeterminaci¨®n, pero de inmediato trataremos de construir sobre las ruinas del imperio una nueva comunidad de pa¨ªses eslavos, a la que despu¨¦s podr¨¢n unirse el C¨¢ucaso, Kazajist¨¢n, Asia Central... Una semana despu¨¦s del refer¨¦ndum del primero de diciembre reunir¨¦ a los dirigentes de Ucrania y Bielorrusia en la ciudad de Minsk y all¨ª firmaremos los documentos sobre el comienzo de algo nuevo"... As¨ª se decidi¨® el destino de la URSS.
A fines de diciembre de 1991, la bandera roja sovi¨¦tica fue arriada del Kremlin y se iz¨® la bandera tricolor rusa. Gorbachov anunci¨® su dimisi¨®n. Rusia consigui¨® la independencia, pero todav¨ªa no estaba lo suficientemente preparada para ella. Deb¨ªamos realizar tres transiciones a la vez: del imperio a la comunidad de Estados, de la econom¨ªa planificada a la de mercado, y de un r¨¦gimen autoritario a una sociedad abierta con un poder elegido y un sistema pluripartidista. Ten¨ªamos, naturalmente, muchas ilusiones y un gran desconocimiento: nadie antes hab¨ªa recorrido el camino de vuelta del socialismo al capitalismo. Pens¨¢bamos que la liquidaci¨®n de los privilegios y la corrupci¨®n propios del partido comunista, que la ausencia de la necesidad de seguir cargando con el peso del imperio en el interior del pa¨ªs y en el extranjero, que la disminuci¨®n del Ej¨¦rcito y la puesta en marcha de mecanismos econ¨®micos de mercado deb¨ªan garantizar de una manera casi autom¨¢tica el florecimiento econ¨®mico de Rusia. Consider¨¢bamos que la libertad de prensa y el permitir nuevos partidos deb¨ªa conducir a la ilustraci¨®n del pueblo y al triunfo de la democracia. Ten¨ªamos la esperanza de que los pueblos de la desaparecida URSS valorar¨ªan la generosidad del pueblo ruso, que no les hab¨ªa puesto obst¨¢culos a la hora de obtener su libertad, y que Europa, despu¨¦s de la eliminaci¨®n del tel¨®n de acero, por fin nos aceptar¨ªa en su familia.
Desgraciadamente, hemos tenido que dejar muchas de estas ilusiones. El Parlamento de Estrasburgo s¨®lo hace poco, despu¨¦s de cinco a?os de espera, acept¨® a Rusia en el Consejo de Europa, pero el ingreso de Rusia en la Uni¨®n Europea y, m¨¢s a¨²n, en la OTAN es algo sumamente dudoso. En lugar de esto, la OTAN decididamente avanza hacia nuestras fronteras, prepar¨¢ndose a tragar a antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas, Ucrania incluida, y sin darse el trabajo de contestar a nuestra pregunta sobre qui¨¦n es el actual adversario potencial de la Alianza Noratl¨¢ntica. El paso a la econom¨ªa de mercado aviv¨® el comercio y aument¨® la variedad del consumo, pero la reconversi¨®n de la pesada industria militar result¨® ser extremadamente cara. Las f¨¢bricas militares de altas tecnolog¨ªas en su mayor¨ªa se hallan paralizadas. Los obreros e ingenieros de estas f¨¢bricas -quiz¨¢ los m¨¢s cualificados del mundo-, para poder alimentar a sus familias, venden hoy en nuestros mercadillos art¨ªculos baratos tra¨ªdos de Polonia, Turqu¨ªa y China.
Es verdad que, junto a la industria militar, se crean nuevos sectores econ¨®micos: red de telecomunicaciones, servicios bancarios, firmas de construcci¨®n y venta de bienes ra¨ªces; y que la juventud se adapta f¨¢cilmente a estos nuevos tipos de actividad. Surgi¨® la clase de los nuevos ricos, que andan en Mercedes y compran mansiones en Chipre, Espa?a y EEUU, pero su modo de vida es un desaf¨ªo a los valores tradicionales de igualdad y un insulto para los jubilados, que reciben pensiones miserables. La corrupci¨®n del partido comunista ha sido reemplazada por la corrupci¨®n de los nuevos funcionarios.
El triste cuadro de la econom¨ªa y el r¨¢pido reemplazo de los valores fundamentales han desorientado a una gran parte de la sociedad rusa y engendraron un sentimiento de humillaci¨®n nacional. Como remedio a todos los males, muchos recomiendan volver atr¨¢s, al socialismo, mientras que otros ven la salvaci¨®n en la exaltaci¨®n del nacional-chovinismo ruso. La m¨¢s repugnante manifestaci¨®n de este ¨²ltimo ha sido la guerra de Rusia contra Chechenia, que la mayor parte de la poblaci¨®n no ha apoyado.
A pesar de todo, de los dif¨ªciles tiempos que hemos vivido, miramos al futuro con optimismo. Las instituciones democr¨¢ticas se consolidan muy r¨¢pidamente: el parlamentarismo, las elecciones libres al poder federal y local, la prensa libre y el pluripartidismo. Estamos recobrando la memoria hist¨®rica perdida en 1917. Rusia es rica en recursos naturales y humanos, y una gran parte del pueblo no desea volver al pasado.
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