Milosevic empieza a ceder ante la rebeli¨®n popular
El presidente Slobodan Milosevic, acosado por masivas manifestaciones diarias que piden su dimisi¨®n, ha hecho los primeros gestos en dos semanas para tratar de distanciarse de unos acontecimientos que le acorralan, y mantener las riendas de un poder que cada d¨ªa parece m¨¢s fr¨¢gil. Con decenas de miles de personas de nuevo en las calles de Belgrado exigiendo el fin de su r¨¦gimen autoritario, el l¨ªder serbio ha iniciado purgas en su partido ex comunista, y s¨²bitamente promete dinero para estudiantes y jubilados, y para todos una electricidad m¨¢s barata para hacer frente al invierno.
La comisi¨®n electoral de Belgrado, adem¨¢s, ha pedido al Tribunal Supremo que revise los resultados de los recientes comicios municipales, anulados tras la victoria de la oposici¨®n.Milosevic acept¨® el jueves la dimisi¨®n del jefe socialista en la ciudad de Nis, Mile llic, donde la manipulaci¨®n electoral que ha arrebatado el poder local a la coalici¨®n opositora Unidos adquiri¨® tintes de caciquismo decimon¨®nico, y los peri¨®dicos de Belgrado dan por hecho el cese del ministro de Informaci¨®n, Alexander Tijanic, responsable "t¨¦cnico" del cierre de la emisora independiente B-92, la ¨²nica que informaba a los habitantes de la capital de la insurrecci¨®n en marcha.
Las autoridades anunciaron ayer la reapertura de Radio B-92, de cuya suerte las potencias occidentales parecen haber hecho casus belli, a juzgar por la avalancha de protestas diplom¨¢ticas que origin¨® su clausura. La ¨²ltima tuvo ayer por altavoz la conferencia sobre Bosnia clausurada en Londres, donde se ha abierto paso la idea de que la reconciliaci¨®n en ese pa¨ªs ser¨¢ imposible sin la democratizaci¨®n de Serbia.
Las marchas de Belgrado adquieren el car¨¢cter de las que precedieron a la ca¨ªda de los reg¨ªmenes comunistas en Europa central en 1989. En la de ayer, bajo una mansa llovizna, era palpable la ausencia de tensi¨®n entre los participantes, que parecen convencidos de que Milosevic est¨¢ maniatado por la inequ¨ªvoca advertencia de Washington, esta semana, sobre los resultados desastrosos que tendr¨ªa el uso de la fuerza contra ellos. Los manifestantes eran incluso festejados desde ventanas y balcones con aviones de papel, y la actitud de algunos miembros de la polic¨ªa, piedra angular del poder de Milosevic, se asemejaba m¨¢s a la complacencia que a un reprimido deseo de cargar contra la muchedumbre.
La v¨ªspera hab¨ªan salido a la calle 120.000 personas, llamadas "fascistas" y "gamberros" por los medios gubernamentales, en un desaf¨ªo popular sin precedentes. Aunque a lo largo de nueve a?os el autocr¨¢tico l¨ªder serbio se haya mostrado como un consumado maestro en el arte de la supervivencia pol¨ªtica, entre la gente ordinaria se abre camino la idea de que su r¨¦gimen personal est¨¢ herido de muerte tras la anulaci¨®n y posterior repetici¨®n de las elecciones municipales del mes pasado. Zivadin Jovanovic, viceministro de Exteriores, insisti¨® ayer en que el proceso electoral se desarroll¨® "conforme a la ley".
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