Madeleine Albright se convierte en la primera mujer al frente de la diplomacia de EE UU
Bill Clinton vuelve a empezar. Al cumplirse ayer un mes exacto desde su reelecci¨®n como presidente de Estados Unidos, Clinton present¨® en la Casa Blanca la primera y m¨¢s imortante parte de la prevista remodelaci¨®n le su Gabinete. No por anunciados, los nombramientos que fueron dados a conocer resultaron menos espectaculares. Madeleine Albright, una dem¨®crata de 59 a?os de edad, hasta ahora embajadora en la ONU, sustituye a Warren Christopher y se convierte en la primera mujer que ocupa la secretar¨ªa de Estado, el puesto m¨¢s importante del Gabinete norteamericano.
Tras esa satisfacci¨®n al electorado femenino, que el pasado 5 de noviembre le prefiri¨® ampliamente al republicano Bob Dole, Clinton a?adi¨® un importante gesto en direcci¨®n al electorado centrista: William Cohen, senador republicano por Maine, un moderado de 56 a?os de edad, fue nombrado secretario de Defensa en sustituci¨®n de William Perry. El equipo diplom¨¢tico y de seguridad con el que Clinton va a abordar su c¨¦lebre construcci¨®n del "puente hacia el siglo XXV fue completado con el nombramiento de Anthony Lake como director de la CIA en lugar de John Deutch, y de Samuel Berger como consejero de Seguridad Nacional. Hasta ahora Lake asum¨ªa esa ¨²ltima tarea y Berger era su adjunto.En un acto solemne en la Casa Blanca, un Clinton af¨®nico y ojeroso, pero con un buen sentido del humor, describi¨® la tarea que le ha encomendado a Albright, la embajadora que acaba de conseguir la ca¨ªda pol¨ªtica del secretario general de la ONU, Butros ButrosGali. Seg¨²n Clinton, Estados Unidos, "la naci¨®n indispensable del mundo", debe garantizar "la paz y la seguridad" en el planeta frente a los siguientes desaf¨ªos: terrorismo, proliferaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva, narcotr¨¢fico, deterioro del medio ambiente y generalizaci¨®n de los conflictos ¨¦tnicos, religiosos y nacionales y los cambios en Asia. El presidente esboz¨® a continuaci¨®n, en este orden, las prioridades de la pol¨ªtica exterior norteamericana: Europa, Rusia, Oriente Pr¨®ximo y Am¨¦rica Latina.
Tras recordar su nacimiento en Checoslovaquia, un pa¨ªs que sufri¨® las invasiones consecutivas de Hitler y Stalin, Albright anunci¨® que su acci¨®n diplom¨¢tica se basar¨¢ en el hecho de que la desaparici¨®n de los bloques tras la ca¨ªda de la URSS obliga a Estados Unidos tanto a ser "flexible en las t¨¢cticas", como "firme en la defensa de los valores de la democracia y los derechos humanos".
Cohen, que ha pasado 24 a?os en el Congreso, confirm¨® en su primera declaraci¨®n que su nombramiento expresa la voluntad de Clinton de buscar el consenso con un Congreso al que las elecciones del 5 de noviembre volvieron a dar una mayor¨ªa republicana.
Un solo precedente
La designaci¨®n de un republicano para un puesto tan prominente en el Gabinete de un presidente dem¨®crata tan s¨®lo tiene un precedente en la historia contempor¨¢neo de Estados Unidos: la presencia del republicano Robert McNamara, tambi¨¦n como secretario de Defensa, en el equipo de John F. Kennedy.Tres de los cuatro nombramientos anunciados ayer por Clinton son todav¨ªa provisionales. De acuerdo con la Constituci¨®n norteamericana, los secretarios de Estado y de Defensa y el director de la CIA deben recibir el voto favorable del Senado. La mayor¨ªa de los analistas pol¨ªticos norteamericanos cre¨ªan ayer que, dado que el nombramiento de Cohen supone un gesto aperturista del titular dem¨®crata de la Casa Blanca hacia el partido del elefante, los senadores republicanos no opondr¨¢n demasiados problemas a la ratificaci¨®n de los nombramientos.
Clinton gan¨® hace un mes al situarse en el centro del espectro pol¨ªtico, apelando tanto a la fidelidad de sus correligionarios dem¨®cratas como ofreciendo su voluntad de colaborar con los republicanos, especialmente en la tarea de continuar la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. Escaldados por la derrota de Bob Dole en la lucha por la Casa Blanca y por su apurado triunfo en el combate por el Capitolio, los republicanos han cambiado el tono en las ¨²ltimas semanas.
Newt Gingrich, anta?o adalid de la revoluci¨®n conservadora, ha hecho p¨²blica autocr¨ªtica al ser reelegido por sus correligionarios presidente de la C¨¢mara de Representantes, y ha anunciado un nuevo estilo, m¨¢s dialogante y moderado. Pero los esc¨¢ndalos vinculados al poder ejecutivo, y en concreto el ¨²ltimo, el de la financiaci¨®n por empresarios asi¨¢ticos de la campa?a dem¨®crata, el llamado Indogate, siguen siendo un foso entre los dos extremos de la avenida de Pennsylvania: la Casa Blanca y el Capitolio. La remodelaci¨®n continuar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas con los ministros econ¨®micos.
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