M¨¢s sobre el Club de Fumadores

Quisiera agradecer a don Raimundo de los Reyes, director del Club de Fumadores por la Tolerancia, su r¨¦plica a mi carta (publicada ¨¦sta el 27 de noviembre y aqu¨¦lla el 3 de diciembre en esta secci¨®n del diario EL PA?S). Contrariamente a lo que usted (don Raimundo) pueda pensar, me agrad¨® leerla, ya que, en cierta medida, la estaba esperando. Pero me agrad¨® especialmente leerla porque comprob¨¦ que es usted una persona cabal y seguramente tolerante, y que compartimos muchas opiniones. Asimismo, me agrad¨® leerla porque, como persona tolerante, acepto siempre de buen grado la cr¨ªtica argumentada. Debo decirle que no soy uno de los "no fumadores increpadores y exaltados" a los que usted alude en su carta. Es m¨¢s, los que me conocen saben que normalmente acepto pacientemente las molestias que me produce el humo de los cigarrillos. Y lo hago por respeto, por generosidad y por tolerancia. Sin embargo, no considero adecuado ni justo que se me exija que lo haga, pues son los fumadores los que causan un grave perjuicio a los no fumadores, y no al contrario.

Debo decirle tambi¨¦n que, pese a la sensatez de su r¨¦plica,sigo encontrando inoportunos sus anuncios publicitarios. Si lo que desean es lograr una mejor convivencia, les animo desde mi modesta opini¨®n, y siempre con el debido respeto, a que no lo hagan con una visi¨®n tan parcial de la tolerancia. Si est¨¢n ustedes verdaderamente contra "los fumadores irrespetuosos e impertinentes", les pedir¨ªa que lo manifestasen p¨²blicamente.

Hoy d¨ªa son mucho m¨¢s necesarias estas manifestaciones que las que ustedes hacen, porque, aunque exista una reprochable falta de respeto en los dos sentidos, le vuelvo a recordar que son los fumadores los causantes de perjuicios, molestias y da?os serios al organismo. El d¨ªa que ustedes expresen ese rechazo le aseguro que me plantear¨¦ seriamente aceptar su invitaci¨®n a unirme a su club.-