De Goya

He pasado otra vez por la exposici¨®n de grabados de Goya y sus antecedentes en la Biblioteca Nacional casi por casualidad. Lo digo porque s¨®lo entrando te enteras de que hay tiempo de disfrutarla a¨²n hasta el 19 de diciembre, pues en los peri¨®dicos no aparece en los horarios de exposiciones ni de eventos culturales. Y es una l¨¢stima que muchos se pierdan el meticuloso disfrute de arte tan grande como peque?o es su formato.Porque resulta que, adem¨¢s de los grabados de Goya en distintas t¨¦cnicas, desde sus casi torpes versiones de Vel¨¢zquez hasta las litograf¨ªas maestras de sus a?os ¨²ltimos, hay en la primera sala cinco bell¨ªsimos grabados de cinco artistas.

Hay ?otros once! grabados milagrosos del maestro holand¨¦s Rembrandt y te sorprendes de los raros, no vistos antes, grabados de Ti¨¦polo, el m¨¢s pr¨®ximo antecedente tem¨¢tico a los Caprichos goyescos.

Son 12 escenas que te dejan sin respiraci¨®n. Y todas esas obras son propiedad de la Biblioteca Nacional. Y yo me pregunto por qu¨¦ no est¨¢n accesibles normalmente en un museo de obra gr¨¢fica que incluya todo esto y m¨¢s dibujos, acuarelas de Giovanna Garzoni, grabados japoneses, etc¨¦tera. En esta exposici¨®n s¨®lo ech¨¦ en falta el (?grabado?) autorretrato de Goya con gorra de visera en sus ¨²ltimos a?os.-