Los radicales de Habach reivindican la muerte de una madre jud¨ªa y su hijo
El grupo radical Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), de George Habach, se atribuy¨® ayer el atentado que el mi¨¦rcoles cost¨® la vida a una mujer israel¨ª y a su hijo de 12 a?os cerca de la ciudad cisjordana de Ramala. "Los colonos y los asentamientos [jud¨ªos] son objetivos leg¨ªtimos, y el deber del pueblo palestino es hacerles frente", se?al¨® Maher Taher, portavoz del FPLP, que tiene su sede en Damasco y se opone a la pol¨ªtica de Yaser Arafat.
El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, asegur¨® en el sepelio de los dos v¨ªctimas del atentado que su Gobierno fortalecer¨¢ la seguridad de los colonos de los asentamientos jud¨ªos, que son "carne de nuestra carne".
Taher se?al¨® que su grupo ya hab¨ªa advertido con anterioridad a los colonos jud¨ªos: "Su presencia en la tierra palestina representa una ocupaci¨®n que no podemos aceptar". Y agreg¨® que "operaciones como la que tuvo lugar ayer son parte del programa del FPLP para hacer frente a la ocupaci¨®n israel¨ª".
El vicesecretario general de este grupo prosirio, que el mismo mi¨¦rcoles cumpl¨ªa 29 a?os de activismo, Abu Al¨ª Mustaf¨¢, mantiene que "habr¨¢ m¨¢s operaciones contra colonos jud¨ªos, m¨¢s graves y m¨¢s importantes".
Pero Netanyahu, con la voz temblorosa por la emoci¨®n y la ira, afirm¨® en el cementerio del asentamiento de Bet El (Casa de Dios): "Nadie nos expulsar¨¢ de la antigua Tierra de Israel". "Nosotros nos quedamos aqu¨ª, y aqu¨ª construiremos", remach¨® un Netanyahu a quien el marido de la mujer, Joel Tsur, pidi¨® que la respuesta sea "edificar mil viviendas nuevas" en Bet El. Otros de los asistentes a las exequias exigieron a su primer ministro "una respuesta sionista" al ataque.
El atentado, que coincide con una cada vez mayor tensi¨®n debida al estancamiento en las negociaciones para el repliegue del Ej¨¦rcito israel¨ª de Hebr¨®n y con el anuncio de la construcci¨®n de un asentamiento jud¨ªo de 132 viviendas en el barrio palestino de Ras el Amud, en Jerusal¨¦n, plantea nuevos interrogantes sobre el proceso de paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.