Kasp¨¢rov y K¨¢rpov chocan por 164? vez

Su rivalidad, la mayor en la historia del deporte, ha sido salpimentada por las presiones, del Kremlin, el KGB, esp¨ªas, parapsic¨®logos, millones de d¨®lares y l¨ªos de faldas. Cientos de horas enfrentados en un escenario, miles de d¨ªas pensando en c¨®mo aniquilar al otro en una morbosa mezcla de odio y necesidad. Hoy, a las 16.05 en Canarias (Teletexto de TVE y EL PA?S DIGITAL), Anatoli K¨¢rpov y Gari Kasp¨¢rov disputan la partida 164?a en quince a?os de pugna ¨¦pica, y la primera desde febrero de 1994, en la 5? ronda de las diez previstas. en el Supertorneo Mundial. Kasp¨¢rov y el indio Viswanathan Anand aventajan en medio punto a K¨¢rpov, que parte con la ventaja de las piezas blancas.
Todo indica que sus armas secretas est¨¢n afiladas desde hace tiempo. Lejos de concentrarse monacalmente, ambos han dedicado los dos d¨ªas de descanso a los negocios. Kasp¨¢rov, campe¨®n del mundo de la Asociaci¨®n Profesional (PCA), cancel¨® ayer una sesi¨®n fotogr¨¢fica con la revista alemana Der Spiegel para negociar con directivos de la Federaci¨®n Internacional (FIDE) los detalles de un duelo de reunificaci¨®n con K¨¢rpov, campe¨®n de la FIDE. Este hizo el viernes un viaje rel¨¢mpago a Par¨ªs para actuar en una gala de Eurodisney.
15 a?os de guerra
La guerra entre las dos K empez¨® en 1981, cuando un mozalbete nacido en Azerbaiy¨¢n de madre armenia y padre jud¨ªo empezaba a preocupar a K¨¢rpov y a los numerosos chup¨®pteros que parasitaban su gloria, entronizada por Leonid Br¨¦znev tras la victoria del h¨¦roe nacional sobre el disidente traidor V¨ªctor Korchnoi. "Si ya tenemos un campe¨®n, ?para qu¨¦ necesitamos otro?", sol¨ªa decir el alto funcionario Nikolai Krogius. En consecuencia, Kasp¨¢rov fue elegido como s¨ªmbolo de la futura perestroika y de la lucha contra el centralismo de Mosc¨²: recibi¨® el inestimable apoyo, entre otros, de Alex¨¢nder Y¨¢kovIev, n¨²mero dos de Gorbachov.El ambiente de los tres primeros encuentros por el t¨ªtulo fue digno de John Le Carr¨¦. Por ejemplo, si el m¨¦dico de Kasp¨¢rov estaba dispuesto a desvelar secretos sobre espionaje, y presiones pol¨ªticas, el enviado de EL PA?S deb¨ªa cambiar bruscamente de itinerario en dos estaciones de metro y llamar entonces desde un tel¨¦fono p¨²blico (los de los hoteles estaban pinchados) para conocer el lugar de la cita. El primer duelo (Mosc¨², 1984-85) fue escandalosamente cancelado sin vencedor por las presiones de los respectivos padrinos en el Kremlin cuando K¨¢rpov venc¨ªa por 5-3 (se jugaba a seis victorias) tras perder las dos ¨²ltimas partidas despu¨¦s de cinco meses de lucha agotadora. Nueve meses despu¨¦s, Kasp¨¢rov se convirti¨®, a los 22 a?os, en el campe¨®n m¨¢s joven de la historia (Mosc¨² 85).
El Ogro de Bak¨² conserv¨® el t¨ªtulo tras el encuentro de revancha (Londres y Leningrado, 1986) tras expulsar de su equipo a Eugene Vladim¨ªrov, acusado de pasar informaci¨®n secreta a K¨¢rpov; al mismo tiempo, corr¨ªa el rumor de que la popular actriz Marina Nij¨®lova hab¨ªa tenido un hijo de Kasp¨¢rov. Despu¨¦s lleg¨® el duelo de Sevilla 87, inferior en calidad pero igualmente repleto de emociones e intrigas hasta que Kasp¨¢rov renov¨® la corona en la ¨²ltima partida. Las acusaciones de ama?o fueron injustas. Kasp¨¢rov, tras su derrota en la pen¨²ltima partida, acab¨® llorando y destrozado.
El g¨¦lido Tolia nunca tir¨® la toalla, ni siquiera tras su nueva derrota en el quinto encuentro, (Nueva York y Ly¨®n, 1990). El balance general de las 163 partidas entre ambos le es desfavorable por 27 derrotas, 20 victorias y 116 empates. K¨¢rpov, de 45 a?os, ha demostrado con creces que tambi¨¦n es uno de los mejores de la historia. Kasp¨¢rov, de 33, nunca ha logrado humillarle con una goleada. Su arrogancia y sus bravatas no le servir¨¢n hoy de nada en la 164? lucha cerebral entre dos titanes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
