Cura y acr¨®bata
El padre Silva, fundador del Circo de los Muchachos, comenz¨® su primera misa con un salto mortal
Ni la mujer barbuda ni el hombre con dos cabezas ni ninguno de los artistas del Circo Americano hab¨ªan visto nunca nada igual: el joven con sotana que se dispon¨ªa a oficiar su primera misa bajo la carpa se encaram¨® al altar tras realizar una doble pirueta y un arriesgado salto mortal. Esto suced¨ªa el 25 de marzo de 1957, en Bilbao, y el cura acr¨®bata se llamaba Jes¨²s C¨¦sar Silva M¨¦ndez, ten¨ªa 24 a?os, era gallego y acababa de ser ordenado sacerdote en el seminario santanderino de Comillas, donde ya hab¨ªa organizado entre los seminaristas un grupo. de payasos acr¨®batas. Menos mal que monse?or G¨²rpide, el obispo que le hab¨ªa dado permiso para que de butara en una carpa y adem¨¢s le hab¨ªa bendecido, nunca se enter¨® de su peculiar bautismo profesional.El padre Silva, que hoy tiene 63 a?os y aspecto de viejo rockero, se encuentra estos d¨ªas en Madrid con el Circo de los Muchachos; ¨¦l mismo lo fund¨® a mediados de los anos sesenta y hace justo tres d¨¦cadas, El padre en octubre de 1966, esta conocida instituci¨®n cir cense actu¨® por primera vez en la capital, tras haberse estrenado d¨ªas antes en Barcelona.
En su caravana aparcada en el solar de M¨¦ndez ?lvaro don de Los Muchachos han instala do su carpa, este original cl¨¦rigo; que usa vaqueros, cazadora de cuero y habla continuamente por un tel¨¦fono m¨®vil, se remonta al siglo pasado para explicar su vida. Resulta que su bisabuelo iba. tambi¨¦n para sacerdote, pero en cuarto de Teolog¨ªa se qued¨® ciego y lo dej¨®. Se cas¨® y cre¨® una orquesta de c¨¢mara con la que viajaba por Espa?a. En una gira por Andaluc¨ªa, su hijo Secundino Feij¨® se enamora de una bailarina del circo Alegr¨ªa, llamada Paquita, y acaba cas¨¢ndose con ella.
"Lo hicieron con la oposici¨®n de mi bisabuelo, cuya formaci¨®n teol¨®gica le hac¨ªa desconfiar del mundo de la far¨¢ndula. El caso es que mi abuelo Secundino se hace artista de circo y termina haciendo un n¨²mero muy famoso que no se ha vuelto a repetir: sacar a la pista toros de lidia domesticados mientras Paquita realiza a los n¨²meros de acrobacia encima de ellos".
Como si el amor al circo se transmitiera por los genes, Jes¨²s Silva y sus hermanos aprendieron desde ni?os todo tipo de piruetas y malabarismos. "En los anos sesenta yo iba a dar misa por las ferias, los teatros ambulantes, en el Circo Chino, en el Teatro de Manolita Chen y en el de Concha Piquer. Ellas lloraban siempre de emoci¨®n conmigo, porque la mayor¨ªa de los sacerdotes las condenaban y yo les dec¨ªa que su trabajo era estupendo y que las quer¨ªa mucho. Tambi¨¦n mi hermano, que es abogado, se dedica a defender a los feriantes". El padre Silva cre¨® la Escuela de Artes Acrob¨¢ticas y Circenses de Benposta, con sede en Orense, hace casi cuarenta a?os, pensando en los hijos de los artistas. "Pero luego me di cuenta que jam¨¢s dejar¨ªan a sus hijos en mi escuela. Las gentes ambulantes aman profundamente a su familia. ?sta se convierte en una c¨¦dula herm¨¦tica y nunca se separan. Es muy dif¨ªcil encontrar esposos infieles entre los matrimonios del circo. La vida ambulante crea unidad para contrarrestar la falta de cimientos bajo los pies". Se le ocurri¨® entonces que los chicos de Benposta (La Ciudad de los Muchachos que el cura fund¨® en Orense en 1956) pod¨ªan ser unos excelentes alumnos, "porque cualquiera puede ser ilusionista, o trapecista, con tal de tener unas condiciones f¨ªsicas normales.. Todos quer¨ªan entrar y tuvimos que hacer una selecci¨®n. Nos convertimos en la segunda escuela del mundo. La primera fue la de Mosc¨²".
Con su deb¨² en Barcelona y Madrid hace 30 a?os, el Circo de los Muchachos se convirti¨® en el m¨¢s joven del mundo: ninguno de los m¨¢s de cien artistas superaba los 14 a?os, y pr¨¢cticamente todos eran gallegos. "Pusimos la carpa en un solar del paseo de la Castellana, donde ahora se levanta el Palacio de Congresos. Hab¨ªamos contratado a uno de los mejores figurinistas del mundo, que nos dise?¨® el vestuario; la modista era una de las que trabajaba para Cornejo. Todo sali¨® maravillosamente bien".
El circo dio el salto definitivo en Par¨ªs, en 1970. All¨ª les cedieron el Gran Palais de los Campos El¨ªseos para instalar la carpa y la revista Paris Match le dedic¨® el siguiente piropo: "Es el ¨²nico espect¨¢culo de ¨¦ste g¨¦nero que se ha podido ver sobre el, planeta". Entre los espectadores se encontraba Dal¨ª, quien invit¨® a un grupo de artistas a su casa y quiso que los payasos Pancracio y Naranjita actuaran s¨®lo para ¨¦l. Desde entonces presumen de ser el ¨²nico espect¨¢culo espa?ol que ha recorrido todos los pa¨ªses del mundo.
La 'rep¨²blica' de Benposta
La historia del padre Silva es extra?a, sin duda. En 1956, en plena dictadura, se propuso llevar a la pr¨¢ctica un sue?o: una ciudad donde los ni?os de cualquier raza, religi¨®n y clase social, vivieran en libertad, con todo lo necesario para su desarrollo; un lugar donde no existiera la propiedad privada. ?l insiste en que lo ha conseguido. Empez¨® en Orense, con 15 ni?os y a la nueva ciudad la llam¨® Benposta (bien puesta, en gallego), el nombre de la finca orensana que fue su primera sede. A principios de los sesenta, Benposta ten¨ªa ya mil residentes, que votaban y eleg¨ªan a su alcalde. "Las autoridades de entonces nos molestaban poco. Nos o¨ªan hablar de democracia, pero cuando se enteraban de que eran los ni?os quienes votaban les parec¨ªa una broma o un mal chiste. Un d¨ªa que nos visit¨® el gobernador de Orense. Nosotros ten¨ªamos la bandera gallega encima del edificio. Pero ¨¦l, que no la hab¨ªa visto en su vid¨¢, nos pregunt¨® qu¨¦ significaba. Como era blanca y azul, le dijimos que era la bandera de la Inmaculada Concepci¨®n. Se qued¨® conforme".La rep¨²blica del padre Silva tiene ahora m¨¢s de 5.000 ciudadanos-ni?os en benpostas de Venezuela, Colombia, Bolivia y Mozambique, y ha abierto oficinas en Nueva York, Bruselas y Jap¨®n.
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