Recital de HB

LA FISCAL?A del Pa¨ªs Vasco ha abierto diligencias en relaci¨®n a la manifestaci¨®n, convocada por Herri Batasuna, que el pasado domingo recorri¨® las calles de la localidad vizca¨ªna de Getxo, en la que vive la familia de Cosme Delclaux, secuestrado por ETA. La intenci¨®n provocadora de la iniciativa era evidente, y similar a tantas otras en las que se busca trasladar la culpa al agredido. Esa intenci¨®n fue subrayada por los gritos de los manifestantes y por el discurso, con alusiones amenazantes a empresarios concretos, del orador que cerr¨® la marcha, y por el texto de unas octavillas firmadas por ETA en las que se exige a cuatro empresarios que paguen. Pese a esas evidencias, HB ha difundido un comunicado en el que acusa a varios medios y periodistas, tambi¨¦n con nombres y apellidos, de haber tergiversado el sentido de la manifestaci¨®n con la intenci¨®n de "criminalizar" a sus convocantes.HB se queja de que nadie haya respondido a su "emplazamiento a la oligarqu¨ªa y sus gestores para debatir p¨²blicamente sobre qui¨¦n es el verdadero responsable de la ruina, divisi¨®n y empobrecimiento de Euskal Herria". Desde luego, no hace falta ser miembro del comit¨¦ ejecutivo de la oligarqu¨ªa para saber que uno de los motivos fundamentales del empobrecimiento del Pa¨ªs Vasco es la existencia de una muy conocida organizaci¨®n que acostumbra a financiarse mediante la extorsi¨®n y eventuales secuestros -50 en 25 a?os- de empresarios. El declive industrial del Pa¨ªs Vasco se debe en buena medida a la crisis de los sectores industriales cl¨¢sicos, pero hace a?os que dejaron de afluir los capitales necesarios para el impulso de sectores m¨¢s din¨¢micos. En 1970, el 11% de la inversi¨®n extranjera llegada a Espa?a iba a Euskadi; en 1991 no llegaba al 1%. No s¨®lo no llegan capitales del resto de Espa?a, sino que ese mismo a?o el 20% del ahorro vasco se dirigi¨® a otras regiones espa?olas. ?Ser¨ªa exagerado suponer que algo tiene que ver con esos datos -y con efectos como que desde 1979 el paro sea en Euskadi superior a la media espa?ola- la presencia agobiante de los secuestradores de empresarios y sus rapsodas?

Estos ¨²ltimos tienen derecho a aburrir a las ovejas con sus agudos discursos sobre la realidad socioecon¨®mica, porque la sociedad democr¨¢tica es muy tolerante y admite la libertad de expresi¨®n. Pero una cosa es disertar y otra amenazar. HB acusa a los periodistas de "criminalizarles" por informar que al inicio de la manifestaci¨®n se repartieron pasquines de ETA. Si lo que con ello quieren decir es que rechazan el contenido de tales papeles, no tienen m¨¢s que comunic¨¢rselo as¨ª al juez. Pero se comprende que la Ertzaintza, que ha elaborado el informe que servir¨¢ de base a las diligencias instruidas por la fiscal¨ªa, desconf¨ªe a la vista de lo que en Las Arenas -y en toda Espa?a, merced a la televisi¨®n- pudo verse y escucharse. Ante su pretensi¨®n de intimidar, desde la impunidad, a todo el que no se pliegue a sus exigencias y aplauda sus delirios s¨®lo cabe una respuesta: que se les aplique la ley; y si tienen algo que alegar, que lo hagan ante el juez.