La luz no deja ver las estrellas
La contaminaci¨®n lum¨ªnica en Europa 'ciega' a los astr¨®nomos
Todo el mundo tiene algo que ver con las estrellas, pero verlas es cada vez m¨¢s dif¨ªcil en Europa. La contaminaci¨®n lum¨ªnica que invade el continente hace que los oscuros cielos llenos de estrellas lleven camino de ser un recuerdo y con ellos se vayan los astr¨®nomos que las observan.Aunque todav¨ªa no est¨¢ considerado oficialmente un contaminante, la luz excesiva de los centros urbanos e industriales est¨¢ afectando el panorama nocturno. La luminosidad de grandes ciudades puede extenderse hasta 100 kil¨®metros a la redonda. Mason, vicepresidente de la Asociaci¨®n Astron¨®mica brit¨¢nica, se?ala que se pueden ver unas 2.000 estrellas en una noche clara en el campo en Europa. Pero en las afueras de una ciudad ser¨ªa mucha suerte alcanzar a ver 200, y 20 como mucho en el centro de una ciudad.
A medida que se ilumina el cielo nocturno de Europa, los astr¨®nomos tienen que buscar nuevos lugares desde donde observar, mientras que los habitantes se ven privados de la grandiosidad de los cielos. Se?ala Sian Phipps, que realiza una campa?a en el Consejo para la Protecci¨®n de la Inglaterra Rural: "Los paisajes oscuros est¨¢n siendo destruidos y con ellos todas sus cualidades po¨¦ticas y m¨¢gicas".
Las farolas y los focos son los principales culpables. Como iluminan en todas las direcciones, la mitad de la luz que emiten se pierde hacia arriba, creando un resplandor que apaga todas las estrellas menos las m¨¢s brillantes. "Como los cient¨ªficos que alertaron al mundo del agujero de ozono", se?ala Mason, "los astr¨®nomos han hecho sonar la alarma sobre la contaminaci¨®n lum¨ªnica. Si no tomamos precauciones, en 25 a?os no podremos ver ninguna estrella en el norte de Europa".
Aunque los astr¨®nomos profesionales pueden irse a lugares lejanos como Hawai y Chile, los aficionados no tienen esta posibilidad. Winfried Kr?ling -dise?ador mec¨¢nico de d¨ªa y observador de cometas de noche- miraba el cielo con un telescopio montado en la parte de atr¨¢s de su casa en Marburg, una ciudad alemana situada a 75 kil¨®metros de Frankfurt. "He estado observando estrellas durante 20 a?os", dice, "pero en los ¨²ltimos cinco a?os la visi¨®n ha empeorado debido a las farolas". Ahora recorre 15 kil¨®metros hasta un lugar aislado cerca del parque natural Vogelsberg, el ¨²nico lugar en el ¨¢rea lo suficientemente oscuro para poder mirar las estrellas. En Marzo, Kraling fund¨® una asociaci¨®n contra la contaminaci¨®n lum¨ªnica "excesiva y absurda" con otros 26 astr¨®nomos aficionados.
En B¨¦lgica, el pa¨ªs m¨¢s contaminado de Europa junto con Holanda y el Reino Unido, otro grupo ataca el problema a mayor escala, organizando noches oscuras, con una participaci¨®n todav¨ªa minoritaria.
Evitar la contaminaci¨®n lum¨ªnca es tambi¨¦n ahorrar, y hacia ello se dirigen los esfuerzos de varias ciudades francesas. El Comit¨¦ Nacional para la Protecci¨®n del Cielo Nocturno, creado en 1994 bajo los auspicios de la Sociedad Astron¨®mica Francesa, pone de relieve aspectos negativos de la contaminaci¨®n lum¨ªnica, como su influencia en la desorientaci¨®n de los p¨¢jaros migratorios y los insectos y las quejas que produce en los seres humanos, debido a que interrumpe el sue?o y causa estr¨¦s.
Y hay que tener en cuenta tambi¨¦n la serenidad que se alcanza al mirar la estrellas. Wolfgan Wettlaufer, bi¨®logo y astr¨®nomo de fin de semana de T¨¹bingen, recuerda: "Me interes¨¦ por el universo cuando era ni?o mirando al cielo", recuerda Wettlaufer. "Me sent¨ª impresionado por la naturaleza y quise saber m¨¢s de ella".
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