Jaume Plensa exhibe sus ¨²ltimos trabajos en Barcelona
"Aqu¨ª la gente conoce mi nombre, pero en cambio ha visto muy pocas obras", se?ala el escultor Jaume Plensa (Barcelona, 1955). Hasta el 9 de febrero, este artista reconocido internacionalmente presenta en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona su primera gran exposici¨®n en Espa?a. Se trata de una coproducci¨®n con el Jeu de Paume de Par¨ªs, que despu¨¦s viajar¨¢ a Suecia y Alemania y en la que se repasan los ¨²ltimos cinco a?os de su trayectoria."Durante esos a?os he trabajado con la luz como factor b¨¢sico, ya sea a base de fluorescentes, de neones incorporados a bronces, de piezas transparentes o transl¨²cidas, o proyectando palabras. Los materiales son diversos -luz, hierro o papel, pero entre los distintos caminos paralelos hay una serie de atajos que los ponen en contacto. La verdad es que las obsesiones son siempre unas, pero la manera de formalizar cada proyecto es muy distinta".
Entre estas obsesiones que cita Plensa, la principal en estos momentos es el silencio: "Creo que vivimos en una ¨¦poca tan ruidosa que tienes que fabricarte tu propio silencio. Todo est¨¢ tan repleto de cosas, de ideas, de discursos, que necesitas crearte un vac¨ªo. No se trata de criticar la sociedad, los objetos de esta sociedad, sino de interesarse por el individuo, por el hombre, por lo que hay de esencial, por lo que es y no por lo que parece".
La exposici¨®n comprende 39 piezas que en ocasiones se agrupan en series. Comienza con una gran estructura, La neige rouge (1991), consistente en una especie de habit¨¢culo realizado con m¨®dulos de hierro fundido en cuyo interior se han instalado luces de ne¨®n rojas, que se suceden como reproduciendo en parte la forma de una parrilla. El rojo, explica el artista, es el mismo que tiene el hierro durante la fundici¨®n. "Es de las primeras obras que hice utilizando la luz", comenta. "La entiendo como un espacio de reflexi¨®n. Me interesa que el impacto sea f¨ªsico".
En la otra punta de las salas, al final de la exposici¨®n, otra estructura igualmente cuadrada reproduce en negativo un esquema, similar. Se trata de Coudy Box: Sach¨¦ (1996). Es un cubo de resina sint¨¦tica en cuyo interior se aprecian peque?os habit¨¢culos cada uno con dos puertas met¨¢licas, de acceso imposible. "En este caso, la relaci¨®n con el espacio interior es puramente mental", dice el escultor.
El recorrido por la muestra sigue con piezas transl¨²cidas de resina que cuelgan casi del techo, grandes y pesadas bolas de hierro fundido en cuyo interior aparecen escritas en ne¨®n las palabras sue?o y deseo; hab¨ªt¨¢culos de resina en forma de ladrillo...
"La exposici¨®n es una selecci¨®n de lo que a m¨ª me parece fundamental para entender la evoluci¨®n y estado actual de mi obra", concluye el artista.
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