El 96 les sacudi¨® la vida

Adi¨®s al trabajo de toda la vidaDesde el mes de septiembre hay un lugar en Madrid por el que Francisco de la Rosa Exp¨®sito, de 37 a?os, evita pasar: la plaza del Callao. All¨ª est¨¢ la cafeter¨ªa Manila, ahora cubierta de ladrillos, en la que entr¨® como botones con apenas 14 a?os y de la que fue despedido el pasado verano, despu¨¦s de 23 a?os de trabajo, como gerente. Como ¨¦l, 40 empleados se quedaron en la calle. "Ha sido el peor a?o de mi vida. No pensaba que fuera a acabar as¨ª", resume Francisco, casado, vecino de Getafe y padre de una ni?a de ocho a?os.

Ya en primavera, los trabajadores de Manila recibieron la primera amenaza: el due?o, Luis Zamorano Fraile, falleci¨®, y sus herederos repudiaron la herencia, comunicando a los trabajadores la extinci¨®n de sus contratos de trabajo. Los empleados no se rindieron y acudieron a los tribunales.

Ah¨ª comenz¨® la guerra. El 30 de mayo, una juez orden¨® la reapertura de la cafeter¨ªa y los camareros volvieron a servir tortitas con nata. Los herederos recurrieron. Y el 13 de septiembre, con autorizaci¨®n judicial, se ech¨® el cierre definitivo. "Y ah¨ª nos han dejado. La mayor¨ªa llev¨¢bamos m¨¢s de 20 a?os en la empresa", dice Francisco. Este a?o, y con la misma ilusi¨®n que cuando era ni?o, ha vuelto a escribir una carta a los Reyes Magos. "S¨®lo pido un trabajo", dice-