Los ataques a la librer¨ªa Lagun
(Carta abierta al Gremio Libreros de Guip¨²zcoa de un librero de Barcelona).Estimados colegas, leo en El Diario Vasco del 30 de diciembre de 1996 que el Gremio de Libreros de Guip¨²zcoa, por boca de su presidente, se?or Juan Manuel Vilas, no condenar¨¢ los repetidos ataques de que ha sido v¨ªctima la librer¨ªa Lagun por "entender que se trataba de un tema pol¨ªtico (sic) ".
Veamos de cerca el contenido de esta afirmaci¨®n. Unos ciudadanos crearon, hace ya m¨¢s de 25 a?os, un comercio de librer¨ªa, ateni¨¦ndose al conjunto de disposiciones legales comerciales, fiscales, ciudadanas. Un grupo de ciudadanos estima, al parecer, su desacuerdo con ese proyecto mercantil e inicia, a modo de di¨¢logo disuasorio, una serie de acciones violentas, repetidas y sucesivas. ?En qu¨¦ reside su pretensi¨®n? ?En negar a los titulares de Lagun a ejercer su actividad, reconocida y amparada por el sistema legal? Nos encontrar¨ªamos con una discriminaci¨®n asimilable a los impedimentos de g¨¢nsteres y mafiosos del Chicago de los treinta, tendentes a coaccionar a quienesno aceptasen sus condiciones. O, m¨¢s bien, ?intentan poner cortapisas al mero ejercicio del comercio del libro, por entender que Lagun vende unos libros con cuyo contenido no est¨¢n de acuerdo? La conclusi¨®n, en uno y otro caso, nos lleva a la evidencia de que su intento se orienta a la implantaci¨®n de unos modos de convivencia y unas pautas de comportamiento colectivo restrictivas, amenazantes y discriminatorias.
En los primeros a?os de la d¨¦cada de los setenta proliferaron los ataques a librer¨ªas, empresas distribuidoras, editoriales y otros centros de difusi¨®n de cultura. Tambi¨¦n los responsables de incendios, roturas y amenazas se amparaban en su afirmaci¨®n de actuar por sagrados e inviolables principios patri¨®ticos y pol¨ªticos. Es cierto que as¨ª fue asumido por la sociedad civil y actu¨® en consecuencia. Los Gremios de Libreros, Distribuidores, Editores de Catalu?a, apoyados en amplios sectores de la sociedad civil catalana, denunciaron esos ataques, recurrieron a la autoridades de entonces exigiendo el cese de tales actitudes, la persecuci¨®n, detenci¨®n y condena de sus autores y reclamaron el libre derecho de la sociedad civil para desenvolver todo tipo de actividades culturales sin cortapisas.
Yo mismo, entonces director de la librer¨ªa Cinc d'Oros, fui detenido, procesado y encarcelado por un presunto delito de propaganda ilegal (me dedicaba a conseguir por todos los medios las innumerables publicaciones prohibidas por el sistema). Pues bien, mis compa?eros de la Junta del Gremio de Libreros de Barcelona y Catalu?a se reunieron en sesi¨®n urgente, acordaron un escrito de protesta y enviaron una delegaci¨®n de tres miembros a Madrid para entrevistarse con el ministro de entonces y pedirle, exigirle mi puesta en libertad. He de a?adir que la mayor¨ªa de ellos no coincid¨ªa ni con mi ideolog¨ªa y p¨²blicos compromisos ni tampoco con la mayor¨ªa del contenido de los libros que yo traficaba. Pero entendieron que ello representaba un grave atentado a la autonom¨ªa y libertad de la sociedad civil. Y estimaron, en consecuencia, que se enfrentaban a un mal de ¨ªndole mayor de enorme gravedad: el mantenimiento violento de una minor¨ªa sobre una colectividad plural, diversa y heterog¨¦nea. ?Un tema pol¨ªtico? Naturalmente. Si nos atenemos a lo pr¨ªstino del t¨¦rmino, "pol¨ªtico" consiste en el intento y esfuerzo por construir la convivencia social, de la polis, de la comunidad, soslayando f¨®rmulas violentas y aceptando un marco de convivencia regulado por leyes, pautado por un sistema de valores, principios e ideas. En el que todos los principios, valores e ideas puedan tener acogida y en todo caso ser defendidas, pero no impuesta, con libertad.
?Pol¨ªtica? S¨ª, por supuesto. Han actuado pol¨ªticamente los atacantes de Lagun, y tambi¨¦n vuestra respuesta es pol¨ªtica. En el marco global del juego social, hab¨¦is negado el amparo a un agremiado y os hab¨¦is inclinado por aceptar la argumentaci¨®n y las actitudes de los atacantes.
Por cierto, ?¨¦ste es el modelo de convivencia, de organizaci¨®n de la sociedad civil que dese¨¢is para vuestro pueblo?.-
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