Premio a la valent¨ªa
La decisi¨®n de Valdano de sacar dos delanteros se vio recompensada ante el Betis
Empate justo. F¨²tbol injusto, a veces art¨ªstico. El Betis tendr¨¢ que esperar el asalto a la diligencia de los poderosos. Jarni es el peligro. Su izquierda es la gran depredadora en el Villamar¨ªn, un aut¨¦ntico quebrantahuesos. De sus botas sali¨® el pase a Alfonso, que devino en el gol de la fr¨ªa noche. Una jugada ya cl¨¢sica. Zubizarreta pica en el anzuelo y Brito Arceo se?ala penalti. Gol. El Betis, tercero. Poco dura la alegr¨ªa. Una combinaci¨®n entre dos ex sevillistas, Ferreira y Moya, acab¨® con la alegr¨ªa y con el tercer puesto.Toda Espa?a pendiente del Betis. ?Qu¨¦ partido del siglo arbitraba hace un par de semanas Brito Arceo?. No ha habido cambio de siglo; s¨®lo de a?o y todo apuntaba a que tambi¨¦n lo hubiera en las alturas de la clasificaci¨®n. Valdano se enfrentaba al mejor entrenador espa?ol. Toda Espa?a pendiente del Betis. Tambi¨¦n las dos Espa?as de siempre, el Madrid y el Barcelona, que nunca han visto con tanto temor el empaque y el desparpajo de un equipo que hace un par de a?os vagabundeaba por Segunda Divisi¨®n.Ninguno de los dos equipos dominaba el choque. Dominar es un verbo que cada vez pinta menos en f¨²tbol. Hay un componente dram¨¢tico, la t¨¢ctica de dejarse dominar, de no alzar la voz y dejar que hable el bal¨®n. La l¨®gica se qued¨® en el banquillo o prefiri¨® hacer zapping. Un partido sin historia.
El Valencia, proyecto de equipo, hac¨ªa un proyecto de partido. No sal¨ªan de la pizarra y Valdano tuvo que salir de la cueva del banquillo. El Betis no tiene prisa. Juega en casa y ya ha pagado el alquiler. VIaovic y Claudio L¨®pez esperaban arriba, pero el centro del campo del Valencia no era tal, era una defensa con posibles.
Parec¨ªa que el fr¨ªo atenazaba las ideas. La guerra se convert¨ªa en batallitas. S¨®lo la lucidez de C¨¢ceres en un arranque racial desde la defensa reconcili¨® al partido con el espect¨¢culo. La estad¨ªstica de pases al contrario ser¨ªa apabullante, secuela del candor navide?o. El bal¨®n era un enemigo que quemaba en los pies del que lo llevaba. Se jugaba para atr¨¢s, se controlaba sin fluidez. No hab¨ªa l¨ªderes en ning¨²n equipo. No quer¨ªa haberlos. Y Brito se aprovechaba de esta anarqu¨ªa, y dej¨® sin tarjeta a Engonga tras una entrada a Alfonso.
Despu¨¦s de dos semanas de abstinencia, el banquete no pasaba de aperitivo. Claudio L¨®pez a, las nubes. Robert Jarni a las nubes. La cultura del peloazo. Y eran los estilistas.
El gol del Betis cambi¨® el decorado del partido. El Valencia e desperez¨®. El Valencia sac¨® a los delanteros y el Betis a un defensa. Hab¨ªa costado mucho trabajo conseguir el objetivo como para ponerse a jugar a las casitas. El Betis se presentaba como alternativa de poder. Y Serra Ferrer es el tercer hombre. Pero las ganas de conservar le perdieron.
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