El pr¨ªncipe de Gales acepta su culpabilidad en el desprestigio de la monarqu¨ªa inglesa

El gran buque insignia de la Constituci¨®n brit¨¢nica, la monarqu¨ªa, se hunde paulatinamente y casi la mitad de los s¨²bditos de Isabel II no esperan que la instituci¨®n dure m¨¢s de 50 a?os. ?ste es el balance de la ¨²ltima encuesta encargada sobre el tema poruna productora de televisi¨®n que ha organizado el mayor debate hasta la fecha sobre la corona brit¨¢nica. A tenor de la primera encuesta, seg¨²n la cual un tercio de los brit¨¢nicos considera al pr¨ªncipe de Gales el m¨¢ximo culpable de la cat¨¢strofe, todo apunta a que el heredero del trono nosaldr¨¢ bien parado. Sin embargo, y a juzgar por las declaraciones que un amigo ¨ªntimo del pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra realiza al diario The Mirror (antiguo Daily Mirror), el heredero reconoce la culpabilidad y est¨¢ dispuesto a ganarse la estima de sus s¨²bditos.

El programa, que ser¨¢ emitido esta noche por la cadena ITV, tendr¨¢ el inquietante corolario de un sondeo telef¨®nico en el que millones de ciudadanos dar¨¢n su opini¨®n sobre el futuro de la casa de Windsor. Tal vez con el ¨¢nimo de paliar los da?os, ya ayer el tabloide londinense aseguraba en grandes titulares que el pr¨ªncipe es consciente del da?o causado y est¨¢ dispuesto a enmendarse.Carlos de Inglaterra, de 48 anos, regresa hoy a Londres, tras unas placenteras vacaciones en los Alpes suizos., para enfrentarse a una amarga realidad. Sus s¨²bditos, para ser exactos el 34% de los entrevistados por MORI por encargo de Central Television, le consideran el m¨¢ximo responsable del declive de la monarqu¨ªa. S¨®lo le supera en la lista de culpables su ex cu?ada la duquesa de York. Carlos, seg¨²n la fuente del Mirror, es consciente "de haberles fallado a sus padres, a la princesa Diana, a su amante, Camilla, y a sus hijos". Los ciudadanos brit¨¢nicos figuran tambi¨¦n en esta lista de fracasos privados del hijo mayor de la reina de Inglaterra.

Los primeros s¨ªntomas de que algo ha cambiado en el ¨¢nimo del heredero de la casa de Windsor fueron constatados por los periodistas que han seguido al pr¨ªncipe durante sus vacaciones en Klosters. Lejos de la tirantez y las malas caras de otros a?os, Carlos de Inglaterra ha estado sonriente y se ha dejado fotografiar con su hijo menor, el pr¨ªncipe Enrique, y amigas de ¨¦ste. Para sorpresa general, el pr¨ªncipe se dirigi¨® a los periodistas para darles las gracias "por proporcionar el ambiente necesario para unas agradables vacaciones familiares" como las que ha pasado con su hijo Enrique. El pr¨ªncipe ha manifestado tambi¨¦n un intenso deseo de mejorar sus relaciones con su ex esposa, la princesa de Gales, que prepara estos d¨ªas un viaje semioficial a Angola, organizado por la Cruz Roja Internacional.

Exclusivas escandalosas

En el ¨¢nimo de los 3.000 participantes del programa Monarqu¨ªa, la naci¨®n decide, que ser¨¢ retransmitido en directo desde el Palacio de Exposiciones de Birmingham, pesa a¨²n el impacto de las decenas de exclusivas escandalosas publicadas por la prensa amarilla y del adulterio que el propio pr¨ªncipe Carlos reconoci¨®, ante las c¨¢maras, haber cometido.

El palacio de Buckingham ha reaccionado con la tradicional frialdad a los preparativos del gran debate. Pero el descontento de los c¨ªrculos reales era patente ayer en una breve informaci¨®n publicada por The Daily Telegraph, el peri¨®dico de calidad de mayor tirada del pa¨ªs. El diario acusaba veladamente a los organizadores del programa de defender una posici¨®n antimon¨¢rquica y de haber elegido convenientemente a los invitados para dar la impresi¨®n deseada. La tesis del rotativo es que lo pol¨ªticamente correcto en determinados c¨ªrculos de la izquierda brit¨¢nica es ser antimon¨¢rquico. A tenor de las informaciones filtradas a la prensa, el inter¨¦s de la cadena ITV se centra sobre todo en el espect¨¢culo. Decenas de famosos -actores de televisi¨®n, due?os de salas de fiesta y cantantes- se codear¨¢n en el inmenso plat¨® con especialistas en temas constitucionales, reputados republicanos y mon¨¢rquicos de toda la vida.

Sea cual sea el resultado del debate y de la encuesta, para algunos expertos como el historiador Ben Pimlott, autor de una reciente biograf¨ªa de Isabel II, la monarqu¨ªa brit¨¢nica dista mucho de estar en apuros. "Para los partidos pol¨ªticos sigue siendo un tema intocable. Y la amenaza de abolici¨®n s¨®lo se presentar¨ªa si alguno de los partidos incluyera este punto en su programa".