Qin Thana en Celtiberia
"Los individuos de raza negra, a diferencia de los de raza blanca, presentan todos una cierta uniformidad. Son primitivos en su mentalidad y en sus costumbres, inferiores a los blancos en el ejercicio de las funciones ps¨ªquicas de an¨¢lisis, reflexi¨®n, razonamiento, voluntad, toma de decisiones, autodom¨ªnio, manifestaciones art¨ªsticas...". Quien ha escrito esto es, sin duda, un racista; pero es tambi¨¦n un ignorante.De una ignorancia comparable a la de aquellos clientes de un hotel malague?o que hace algunos a?os hicieron cambiar el agua de la piscina porque en ella se hab¨ªan ba?ado unos ni?os negros. A ellos no se les habr¨ªa ocurrido, sin embargo, teorizar su iniciativa como basada en "el rigor cient¨ªfico y filos¨®fico". Esto ¨²ltimo es, sin embargo, lo que ha hecho un tal Guillermo Quintana (o Qin Thana, como se identifica enigm¨¢ticamente a s¨ª mismo en la bibliograf¨ªa de su l¨ªbro), autor de la frase que se reproduce arriba y que figura, entre muchos otros juicios del mismo tenor, en su obra La psicolog¨ªa de la personalidad y sus trastornos.
Muchas personas tienen prejuicios contra quienes son de otra religi¨®n, etnia, color, sin que pueda consider¨¢rseles necesariamente racistas. Racista, en sentido estricto, es quien establece una relaci¨®n entre el patrimonio gen¨¦tico y ciertas caracter¨ªsticas morales o intelectuales, considera que ese patrimonio es com¨²n a todos los miembros de un determinado grupo y estima que la diferencia entre esos grupos es susceptible de jerarquizaci¨®n en razas superiores e inferiores.
Esta definici¨®n -propuesta por L¨¦vi-Strauss- es perfectamente aplicable a alguien que escribe: [Los individuos de] "raza amarilla son, en cuanto a sus facultades ps¨ªquicas, lentos, torpes, carentes de imaginaci¨®n e invenci¨®n, pero h¨¢biles para la asimilaci¨®n, la imitaci¨®n, la repetici¨®n y la falsificaci¨®n... ". Y que la personalidad de los negros "destaca por sus rasgos de hiperemotividad infantiloide, inestabilidad emocional, desequilibrio, miedo, apocamiento, cobard¨ªa, debilidad an¨ªmica, necesidad de compa?¨ªa y falsa arrogancia".
Guillermo Quintana es, adem¨¢s de autor del libro en que se contienen tan campanudos juicios, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Educaci¨®n de la Universidad Complutense. Algunos de sus alumnos han denunciado los contenidos racistas, xen¨®fobos o sexistas del libro, que su profesor pr¨¢cticamente les oblig¨® a comprar. Pero aunque no fuera as¨ª, ?no resulta incre¨ªble que alguien capaz de escribir de corrido esas retah¨ªlas sea catedr¨¢tico de cualquier cosa? Hace muchos a?os que la antropolog¨ªa demostr¨® no s¨®lo la ausencia de datos cient¨ªficos que avalasen la supuesta superioridad, en cualquier sentido, de unas razas respecto de otras, sino la falta de fundamento cient¨ªfico de la noci¨®n misma de raza.
La pretensi¨®n de hacer depender la condici¨®n moral e intelectual de los individuos de sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas se prolonga en la obra del catedr¨¢tico Qin Thana con la atribuci¨®n a las mujeres de una serie de rasgos arbitrariamente seleccionados de cualquier lista de t¨®picos mis¨®ginos: conformistas, pasivas, d¨¦biles, inestables, coquetas, refinadas en el odio y el rencor... En fin, "el hombre masa ni siquiera merece la condici¨®n de individuo", y la prueba es que "m¨¢s de nueve millones de espa?oles" pertenecientes a esa categor¨ªa hayan votado "a un partido pol¨ªtico [como] el socialista".
Ninguna ley podr¨¢ evitar la tendencia de ciertas personas a amparar sus man¨ªas y prejuicios -raciales, rel¨ªgiosos, sexuales o ideol¨®gicos- en supuestas razones cient¨ªficas. Pero la libertad de c¨¢tedra tiene su l¨ªmite, seg¨²n el art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n, en "el respeto a los derechos fundamentales", uno de los cuales es el de que nadie pueda ser discriminado "por raz¨®n de nacimiento, raza, sexo, religi¨®n u opini¨®n". En base a ese principio, el nuevo C¨®digo Penal (art¨ªculo 510) castiga las actitudes que promuevan "la discriminaci¨®n, el odio o la violencia" por motivos "racistas, antisemitas u otros referentes a la ideolog¨ªa, religi¨®n o creencias". Hay, por tanto, motivos jur¨ªdicos, adem¨¢s de los pedag¨®gicos, para la intervenci¨®n, anunciada por el Defensor del Pueblo.
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