Aeropuerto, transportes y ciudadanos
JUAN RAM?N SANZ ARRANZEl autor, experto en pol¨ªtica territorial por Izquierda Unida, aboga por un segundo aeropuerto en Torrej¨®n, que impulsar¨ªa el desarrollo del Corredor del Henares, o bien en las mesetas del sureste, porque prev¨¦ que la ampliaci¨®n de Barajas quedar¨¢ obsoleta.
El reciente art¨ªculo Aeropuerto y ciudad (EL PA?S, 21 de diciembre de 1996), de Eduardo Mangada, contiene todos los elementos que configuraron en su d¨ªa la posici¨®n que ha conducido a la actual situaci¨®n aeroportuaria regional.Cuando en 1991 se rescata, por parte de la Administraci¨®n socialista, el Plan Director para la Ampliaci¨®n de Barajas de 1983, retocado en 1987, todas las contradicciones aeropuerto-ciudad ya existentes en 1976 en que, por primera vez, la entonces Subsecretar¨ªa de Aviaci¨®n Civil plante¨® 28 alternativas de ubicaci¨®n para un nuevo aeropuerto en Madrid, se hab¨ªan agudizado despu¨¦s de 15 a?os de crecimiento residencial e industrial de la capital y de los municipios del este metropolitano.
La concepci¨®n del aeropuerto como una "industria", no como una infraestructura al servicio del transporte a¨¦reo, acompa?ado adem¨¢s de una ciudad aeroportuaria cuyas plusval¨ªas coadyuvar¨ªan a la amortizaci¨®n de las costosas obras previstas, condicion¨® la decisi¨®n, ya en un momento en que otras de las llamadas "oportunidades" regionales, iluminaciones del entonces consejero de pol¨ªtica territorial, se?or Mangada, y sus m¨¢s directos colaboradores, comenzaban a mostrar los desequilibrios entre el momento en que fueron concebidas y su materializaci¨®n (verbigracia Pol¨ªgono de Las Rozas o Centro Internacional de Transportes de Coslada).
Prim¨® la l¨®gica de la oportunidad territorial y economicista sobre la inviabilidad t¨¦cnica, ya conocida desde mediados de los setenta, de la ampliaci¨®n de Barajas, y sobre la consideraci¨®n de los impactos y riesgos a?adidos a los ya derivados del aeropuerto en su configuraci¨®n hist¨®rica, sobre medio mill¨®n de ciudadanos de la regi¨®n..
El convenio suscrito a finales de 1992 por los se?ores Borrell, Leguina y ?lvarez del Manzano para la creaci¨®n de la Sociedad Ciudad Barajas 2000, SA, consolid¨® el pacto de espurios intereses entre las administraciones, central y auton¨®mica socialistas y la municipal del Partido Popular. Desde ese momento la inercia de la irreflexi¨®n y desconsideraci¨®n de los impactos medioambientales y sociales ha presidido todas las actuaciones llevadas a cabo por AENA en Barajas.
Es cierto, como se?ala Mangada, que "se han querido agotar las v¨ªas de convencimiento a los Ayuntamientos, colectivos ciudadanos y organizaciones sociales, as¨ª como apurar las garant¨ªas de un m¨ªnimo impacto medioambiental", pero la ausencia de estudios de alternativas a la adoptada invalida por principio las dos sucesivas evaluaciones de impacto ambiental elaboradas, la segunda de las cuales sigue impugnada por los Ayuntamientos afectados y nunca, en estrictos t¨¦rminos de la legalidad vigente en materia medioambienal, podr¨¢ obtener su validaci¨®n.
La actual ministra de Medio Ambiente as¨ª parece haberlo encendido cuando se ha comprometido a que no se, llevar¨¢ a cabo la segunda fase (dos nuevas pistas, adem¨¢s de la actualmente en construcci¨®n) de la inicialmente proyectada ampliaci¨®n de Barajas.
Cuando,en 1981, la Federal Aviation Administration evalu¨® las posibilidades de ubicaci¨®n alternativa para un nuevo aeropuerto internacional, obviamente no con sider¨® entre ellas Torrej¨®n, por en tonces base a¨¦rea de utilizaci¨®n con junta Espa?a-EE UU y todav¨ªa hoy una de las mejores pistas de Europa, en la que, en su d¨ªa, se hicieron las pruebas del Concorde. El traslado de algunas de las zonas residenciales m¨¢s afecta das por el Barajas actual, como el Barrio de la Estaci¨®n de Coslada y la limitaci¨®n de cualquier desarrollo en los municipios de su entorno, no son m¨¢s que en telequias justificativas de una err¨®nea decisi¨®n. Lo segundo, por pol¨ªticamente inviable de hecho se han seguido aprobando modificaciones y planeamientos generales expansivos en varios de dichos municipios despu¨¦s de 1991-, y lo primero, porque aun habi¨¦ndose optado por la poco ortodoxa v¨ªa de la compensaci¨®n material de los impactos y riesgos cuya inexistencia debe quedar garantizada por una' declaraci¨®n positiva de impacto ambiental que- la ampliaci¨®n de Barajas nunca obtendr¨¢, no se ha evaluado y presupuestado su coste, que realmente supondr¨ªa una cantidad m¨¢s del doble superior a la inversi¨®n total prevista, y ya ejecutada en su mayor¨ªa, para la ampliaci¨®n de Barajas en su primera fase.La propuesta de utilizaci¨®n complementaria de Cuatro Vientos recae en la misma l¨®gica de supeditar la salud y la tranquilidad de los ciudadanos a las incuestionables necesidades de modernizaci¨®n de la infraestructura aeroportuaria regional en una operaci¨®n torpe y prepotentemente dise?ada por la Administraci¨®n anterior y recogida por la actual Administraci¨®n auton¨®mica en todos sus contenidos ideol¨®gicos.
En varias ocasiones nuestro grupo pol¨ªtico ha interpelado en la Asamblea de Madrid a los se?ores Ruiz-Gallard¨®n y Cort¨¦s sobre la ampliaci¨®n de Barajas, obteniendo en todas ellas como respuesta la incre¨ªble justificaci¨®n heredada de la transcendencia econ¨®mica y social de la Operaci¨®n Barajas, ciudad aeroportuaria incluida, a la que se sigue imputando demag¨®gicamente la creaci¨®n de entre 200.000 y 300.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos. As¨ª, dicha operaci¨®n, en ausencia de pol¨ªticas precisas y eficaces para la generaci¨®n de empleo en la regi¨®n por parte del Partido Popular, queda reflejada- en el, documento de bases del Plan Regional de Estrategia Territorial, recientemente presentado por el Consejo de Gobierno como "la gran f¨¢brica" regional del futuro. Mientras se sigue reduciendo la plantilla laboral de Iberia.
Cuando el anterior ministro del ramo, se?or Borrell, padre espiritual del engendro, bautizado con todo fasto por el entonces consejero de pol¨ªtica territorial de la Comunidad de Madrid, se?or Mangada, que dot¨® a la criatura con el ajuar de la ciudad aeroportuaria, dio paso al actual ministro era ya consciente del error y dej¨® a la nueva Administraci¨®n central la patata caliente, el recado envenenado, de que la ampliaci¨®n de Barajas no es m¨¢s que pan para hoy y hambre para un ma?ana la la vuelta de la esquina.
El Partido Popular,ha empezado a reaccionar a partir de los dos ¨²ltimos incidentes acaecidos en Barajas, con inaudita torpeza verbal por parte del se?or Arias Salgado, que va a ser interesadamente aprovechada por los operadores europeos en contra de los intereses tur¨ªsticos del pa¨ªs e improvisando desprop¨®sitos como la utilizaci¨®n complementaria de Torrej¨®n, cuando son m¨¢s que conocidos sus inconvenientes por proximidad y orientaci¨®n de pistas respecto a Barajas.
izquierda Unida, compartiendo la necesidad de modernizar la infraestructura aeroportuaria de Madrid, sigue siendo cr¨ªtica respecto a la ausencia hist¨®rica de un modelo de transportes integrado y sostenible, y frente a la apuesta por el transporte a¨¦reo y por carretera en detrimento del ferrocarril. Desde 1991, en que fue presentado el proyecto de ampliaci¨®n de Barajas, ha sido beligerante con ¨¦l, formulado sucesivas resoluciones y planteado e impulsado numerosas mociones desde los Ayuntamientos afectados y ha apoyado y colaborado con la Coordinadora Ciudadana, opuesta a dicho proyecto. Todo ello siempre planteando alternativas cuya vigencia vienen a demostrar los ¨²ltimos acontecimientos y pol¨¦micas y la cascada de decisiones de 24 horas que ¨²ltimamente vienen produci¨¦ndose.
En relaci¨®n al modelo de transportes hay que recordar que casi el 60% de las aeronaves que operan en Barajas corresponden a vuelos dom¨¦sticos para distancias inferiores a los 500 kil¨®metros, que no se previeron las consecuencias de la desregularizaci¨®n del tr¨¢fico a¨¦reo y que la congesti¨®n aeroportuaria de Barajas es el resultado de todo ello en ausencia de una red ferroviaria de velocidad alta y una pol¨ªtica tarifaria competitiva.
La mejor alternativa aeroportuaria para Madrid sigue siendo Torrej¨®n, mediante la construcci¨®n de una pista paralela al norte de la existente. Naturalmente incompatible con Barajas, en el que, hasta el momento, se llevan invertidos m¨¢s de 100.000 millones de pesetas, no en la tercera pista cuyas obras acaban de iniciarse, sino en infraestructuras complementarias que sustancialmente no contribuyen ni a la descongesti¨®n aeroportuaria ni a la mayor seguridad del aeropuerto.
La ciudad aeroportuaria, que nunca tuvo sentido, hoy que por fin se reconoce que la ampliaci¨®n de Barajas quedar¨¢ obsoleta en los pr¨®ximos 10 o 12 a?os, cae por el propio peso de la evidencia de que la construcci¨®n, promoci¨®n y encaje en un mercado saturado de los tres millones de metros cuadrados en ella previstos es, cuando menos, surrealista.
La opci¨®n Torrej¨®n permitir¨ªa, por contra, la ocupaci¨®n para infraestructura complementaria de muchos suelos actualmente vacantes en los municipios del, Corredor del Henares, contribuy¨¦ndose as¨ª al reequilibrio territorial de la regl¨®n.
Si Torrej¨®n ofreciese insalvables resistencias, que esta fuerza pol¨ªtica nunca comprender¨ªa, por su uso militar, o si no obtuviera una evaluaci¨®n de impacto ambiental favorable, debe iniciarse de inmediato el estudio de ubicaciones alternativas, bien conocidas de otra parte las mesetas del sureste regional entre las carreteras nacionales II y III-, en un proceso socialmente participado que hasta ahora no se ha dado en la Operaci¨®n Barajas y que es la ¨²nica garant¨ªa de que la opci¨®n finalmente elegida pueda recibir en su d¨ªa una evaluaci¨®n de impacto ambiental positiva.
Esperemos, se?or Mangada, por el bien de todos, se corrijan a corto plazo los errores aeroportuarios del Gobierno anterior y sus personales iluminaciones complementarias al respecto. No confunda el valor estructurante y funcional de una estaci¨®n ferroviaria con el de un aeropuerto. En parte, ese error insisto no es suya toda la responsabilidad, pero s¨ª su ideologizaci¨®n ya nos ha costado econ¨®mica y socialmente m¨¢s de lo conveniente.
Aunque ya no sea tan relevante, enmiende, como en el caso de los PAU, contra los que s¨®lo IU ha sido hist¨®ricamente cr¨ªtica, su posici¨®n sobre la Operaci¨®n Barajas. No contribuya a perpetuar la ceremonia de la. confusi¨®n en un proceso en el que a futuro deben contar tanto la necesidad de una infraestructura aeroportuaria moderna, su integraci¨®n en un sistema de transportes racional y sostenible y la calidad de vida de los ciudadanos de la regi¨®n.Juan Ram¨®n Sanz Arranz es urbanista, diputado y portavoz de pol¨ªtica territorial de IU en la Asamblea de Madrid.
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