Desconsuelo
Han vuelto a quemar la librer¨ªa Lagun. La quema de librer¨ªas es un elemento tan obviamente b¨¢rbaro y salvaje, tan nazi en su tradici¨®n y su sustancia, que cuando una pel¨ªcula incluye una escena semejante, pongo por caso, a m¨ª me suele parecer un recurso demasiado t¨®pico. Pero ya ven, los etarras, proetarras y asimilados son t¨®picos hasta la zafiedad. Queman libros. Mutilan ni?os. Intentan achicharrar vivo a un pobre camionero. Secuestran y torturan. Asesinan fr¨ªamente. El mero recuento de sus actos les hace parecer muy malos, m¨¢s que malos, ogros escapados de una pesadilla infantil, tenebrosos herederos de la Gestapo. Y, sin embargo, un apreciable n¨²mero de vascos les apoya.?sa es la mayor desolaci¨®n: que personas normales consideren positivo e incluso heroico un comportamiento claramente perverso. Me pregunto en qu¨¦ momento todas esas personas hicieron dejaci¨®n de su capacidad cr¨ªtica, compasiva, pensante. Y por qu¨¦ la violencia mantiene en el Pa¨ªs Vasco un nivel tan alto. Esa violencia es una sopa turbia que parece impregnarlo todo. Que la polic¨ªa vasca haga pr¨¢cticas de tiro con cabras vivas, por ejemplo, ?no es una barbaridad propia de un medio b¨¢rbaro? Qu¨¦ poco valor parece tener el sufrimiento en esas tierras altas de la Pen¨ªnsula.
En CLIJ, que es una magn¨ªfica revista de literatura infantil, le¨ª hace unos meses un cuento para ni?os del notable escritor euskaldun Felipe Juaristi. Trata de un toro que no permite que un caballo beba en el r¨ªo. Meses despu¨¦s, los dos coinciden en una plaza: el caballo lleva a un picador encima y se r¨ªe del dolor del toro ensangrentado y moribundo, que pide perd¨®n in¨²tilmente. Pues bien, ese caballo aterrador, s¨¢dico y vengativo es el h¨¦roe del cuento. Qu¨¦ mundo tan feroz, qu¨¦ desconsuelo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.