El Gobierno de Milosevic incumple sus promesas a los estudiantes serbios
El mismo r¨¦gimen que el martes consinti¨® la victoria provisional de la oposici¨®n en el Ayuntamiento de Belgrado ha traicionado a los estudiantes. La prometida destituci¨®n del impopular rector, Dragutin Velickovic, no se produjo ayer. Los miembros del Partido Socialista Serbio (PSS) e Izquierda Unida Yugoslava (YU-L), que copan por decreto la mitad del Consejo Universitario, impidieron su ca¨ªda.
Miles de estudiantes que aguardaban en la calle la destituci¨®n empezaron a gritar "?traici¨®n, traici¨®n!" y, enfurecidos, persiguieron calle abajo al ministro de Educaci¨®n, que salv¨® el pellejo gracias al propio servicio de seguridad estudiantil.La oposici¨®n est¨¢ convencida de que esto confirma sus tesis. Las aparentes concesiones del presidente serbio, Slobodan Milosevic, en el d¨ªa anterior son un truco. El ¨²nico objetivo era el de evitar hoy en Viena, durante la reuni¨®n de ministros de Exteriores de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), el castigo de la comunidad internacional. Slobodan Vucetic, juez del Tribunal Constitucional, tambi¨¦n denunci¨® ayer las maquinaciones de Milosevic. Los acontecimientos parecen darle la raz¨®n.
Zoran Djindjic, uno de los tres l¨ªderes de la coalici¨®n Zajedno (Unidos), lo ha reiterado con claridad: "No vamos a regatear. Cada voto es igual de importante para nosotros. No pararemos hasta que se nos devuelvan las 14 ciudades en las que ganamos". Un ejemplo de la confusi¨®n existente: el consejo electoral de Smederevska Palanka, en el este, una de esas 14 ciudades, ha confirmado la victoria del PSS y del partido YUL, de Mirjana Markovic, la mujer de Milosevic. Djindjic record¨® ayer en la manifestaci¨®n que Milosevic es a¨²n peligroso. "No debemos olvidar que un rat¨®n cogido por el cuello a¨²n puede morder".
La oposici¨®n prepara nuevas iniciativas. Ha pedido a su gente que entregue cartas a los polic¨ªas con una frase: "Ma?ana tambi¨¦n nos deberemos mirar a los ojos". Vuk Draskovic, el otro l¨ªder de Zajedno, anunci¨® la convocatoria de un minuto de silencio en toda Serbia en rechazo del r¨¦gimen.
Nuevas marchas
Mientras, los estudiantes, indignados, preparan una marcha para hoy, que se unir¨¢ a la tradicional de la oposici¨®n y a otra de Zajedno que se iniciar¨¢ en Novi Beograd (Nuevo Belgrado), un barrio habitado por la nomenklatura y los militares, donde los concejales del PSS y YUL constituyeron ayer el consejo municipal con base en los datos surgidos del fraude.En la Universidad, el esc¨¢ndalo es may¨²sculo. El consejo, formado mitad por decanos, mitad por appar¨¢tchiki, realiz¨® dos votaciones contradictorias en siete horas de tenso debate. En la primera, a mano alzada (es decir, a cara descubierta), la mayor¨ªa apoy¨® las demandas de los estudiantes -reconocimiento de la victoria de la coalici¨®n Zajedno, dimisi¨®n del rector y el vicerrector y destituci¨®n del jefe de polic¨ªa-. En la segunda, ese mismo consejo, eso s¨ª, en votaci¨®n secreta, se pronunci¨® 41 contra 25 a favor de la continuidad del rector. "?Bandidos rojos! ?Traici¨®n!". La radio p¨²blica, controlada por el r¨¦gimen y ¨²nica con cobertura nacional, culp¨® de los incidentes a un "grupo de estudiantes en pantal¨®n corto que est¨¢n da?ando la imagen de la Universidad".
La volatilidad de la situaci¨®n se puso de manifiesto tambi¨¦n en la marcha de ayer, que, por 57? d¨ªa consecutivo, recorri¨® el centro de Belgrado. Un impresionante despliegue policial tapon¨® la plaza de la Rep¨²blica. Columnas de antidisturbios tomaron posiciones en las calles adyacentes. La oposici¨®n denunci¨® en el m¨ªtin que, por primera vez en muchos d¨ªas, algunos agentes portaban armas autom¨¢ticas. "?Paseo, paseo!", gritaba la gente arracimada en las aceras. "?Vete Slobodan!", respond¨ªan otros cientos. El arribo de nuevos refuerzos, entre marciales y perplejos, era recibido con onomatop¨¦yicos gritos de "?guau, guau!" y un clamor de "?fuera, fuera!"
Los simpatizantes de Zajedno, hartos de apreturas, rompieron el cord¨®n azul (uniforme de las fuerzas de seguridad) y comenzaron a avanzar hacia la calle de Terracje. La polic¨ªa retroced¨ªa a pasitos, sin perder la l¨ªnea. El retroceso del cord¨®n era recibido con gritos de "?victoria, victoria!". Varios jubilados, en primera l¨ªnea, eran los que m¨¢s empujaban. Un hombre, con un cartel casero, se paseaba feliz entre la muchedumbre. Su obra rezaba: "Slobodan, no se c¨®mo voy a vivir sin ti, pero s¨¦ muy bien c¨®mo estoy contigo".
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