La derecha considera a Netanyahu un traidor

"Nos hiciste promesas. Te cre¨ªmos. Nos traicionaste". El cartel que algunos colonos jud¨ªos de Hebr¨®n colocaron no lejos del despacho del primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, en Jerusal¨¦n resum¨ªa ayer fielmente el sentimiento del sector m¨¢s militante de Israel, que en seis meses ha visto su poder erosionado decisivamente por la realidad. Tras la firma del acuerdo sobre Hebr¨®n y los planes* para el futuro de Cisijordania en la madrugada del pasado mi¨¦rcoles, la decepci¨®n de los colonos es tan visible como los s¨ªntomas de divisi¨®n en el seno mismo de la coalici¨®n de Netanyahu.

La m¨¢s clamorosa expresi¨®n de disidencia provino del ministro de Asuntos Cient¨ªficos e hijo de Men¨¢jem Beguin, Benjam¨ªn Beguin, que dimiti¨® tras el acalorado debate ministerial de 12 horas que culmin¨® con la aprobaci¨®n del pacto sobre Hebr¨®n por 11 votos contra siete.Netanyahu logr¨® ayer, con el apoyo de la oposici¨®n laborista, que la Kneset (Parlamento) aprobase el acuerdo de Hebr¨®n tras un acalorado debate de 12 horas. 87 de los 120 diputados votaron a favor, 17 en contra, uno se abstuvo y los 15 restantes decidieron ausentarse.

El jefe del Gobierno dijo que el repliegue parcial del Ej¨¦rcito israel¨ª est¨¢ previsto que quede completado a ¨²ltima hora de hoy. Los primeros polic¨ªas palestinos comenzaron a entrar en la ciudad cisjordana esta madrugada en medio del j¨²bilo de la poblaci¨®n ¨¢rabe. Netanyahu es plenamente consciente de que durante el resto de su mandato va a experimentar crecientes embates de los sectores religiosos y de la derecha, los mismos aliados que permitieron su sorprendente victoria electoral en mayo pasado. La dimisi¨®n de Beguin era vista como la prueba mas gr¨¢fica del grado de insatisfacci¨®n en las filas del Likud.

"Me resulta imposible participar en la entrega de partes de nuestra tierra", declar¨® el hijo del ex primer ministro Men¨¢jem Beguin, cuya f¨¦rrea doctrina sionista le ha convertido en uno de los principales ide¨®logos de la nueva generaci¨®n de l¨ªderes del Likud. Para el ministro, de 53 a?os, todo intento por ignorar la legitimidad de Israel en la b¨ªblica tierra de Israel es inaceptable. Cierto, Men¨¢jem Beguin devolvi¨® la pen¨ªnsula del Sinai a Egipto cuando actuaba como primer ministro en 1979, pero el veterano y fogoso estadista jam¨¢s toler¨® insinuaciones de que similar soluci¨®n podr¨ªa producir un arreglo con los palestinos. Para Beguin, padre, y Beguin, hijo, Cisjordania, a todos los efectos pr¨¢cticos, ideol¨®gicos, teol¨®gicos e hist¨®ricos, pertenece exclusivamente a los jud¨ªos.

La llamada rebeli¨®n de Benny, nacida del s¨²bito cambio de postura del Gobierno de Netanyahu, bajo fuerte presi¨®n internacional, ha vuelto a plantear la necesidad de un "reagrupamiento" y una 11 reconstrucci¨®n" de los principios b¨¢sicos del Likud, opinan analistas pol¨ªticos. En el fragor del debate pol¨ªtico, ayer resultaba prematuro apostar por las posibilidades reales de un desaf¨ªo real al liderazgo en el Likud de Netanyahu. Pero observadores pol¨ªticos pronostican que la ruptura entre Beguin y el primer ministro es definitiva y que la decepci¨®n de los duros del partido conservador podr¨ªa, comenzar a generar cr¨ªticas similares en intensidad y lenguaje a las expresiones de los colonos jud¨ªos.

A lo largo del debate parlamentario de ayer, Netanyahu trat¨® de amortiguar la furia de sus ex partidarios y aliados estrat¨¦gicos alegando que los acuerdos firmados con Arafat no representan una claudicaci¨®n, sino que son m¨¢s bien fruto de una percepci¨®n m¨¢s realista y beneficiosa para Israel que el esp¨ªritu original de los pactos de Oslo, logrados por sus rivales laboristas. "Los acuerdos de Oslo estaban llenos de agujeros", dijo.

Para Netanyahu, el pacto de Hebr¨®n junto con el plan de nuevos repliegues de los sectores rurales de Cisjordania (no sujetos a negociaciones con los palestinos), ofrece m¨¢s garant¨ªas de seguridad para Israel que todos los proyectos. elaborados por los laboristas. El primer ministro describi¨® a Hebr¨®n como el "nervio expuesto" de la existencia misma de Israel, y manifest¨® algo que es particularmente obvio y frustrante para los palestinos. Lo de Hebr¨®n, dijo, no es una retirada. Es un repliegue.