Engancharse a la m¨²sica

Durante dos d¨ªas, el teatro Alb¨¦niz ha sido centro neur¨¢lgico de la lucha de los gitanos contra la droga. Una ONG, Asociaci¨®n Comunidad Gitana, quiso organizar estos festivales para, con el dinero obtenido -los dos d¨ªas rigurosamente lleno-, poder intensificar esa lucha que vienen sosteniendo contra la vinculaci¨®n de los gitanos a la droga, que tanto da?o est¨¢ haciendo a este colectivo."Enganchaos a la m¨²sica, no a la droga", dijeron algunos artistas insistentemente a la audiencia. Y m¨²sica hubo a raudales. M¨²sica joven, con marcha, casi toda fronteriza entre el flamenco y otros g¨¦neros, y que tanto gusta a una juventud actual como la que estas dos noches llen¨® la sala. Artistas gitanos quiz¨¢s en su totalidad los que subieron al escenario, algunos de los cuales presumiblemente pasaron en momentos de sus vidas por la terrible experiencia de la adicci¨®n. Que hoy luchen desinteresadamente contra ella ser¨¢ un ejemplo y un est¨ªmulo para muchos de los que ahora mismo se debaten en la angustia de querer y no poder dejar el h¨¢bito.

La m¨²sica es un buen ant¨ªdoto, ciertamente. Sobre todo si est¨¢ bien hecha y el mensaje que transmite es sano. No todos los numerosos artistas que actuaron fueron eminentes, por supuesto, pero todos se volcaron en poner lo mejor de su arte al servicio de la causa que consideran justa. El cante, el baile, las guitarras, los dem¨¢s instrumentos inundaron la sala de sonidos musicales y los corazones de buenos sentimientos.

Estos festivales de Artistas contra la droga han pasado p¨¢gina. Los flamencos -los j¨®venes y alguno no tan joven- han cumplido su misi¨®n con lo que ellos saben hacer: su arte. Arte que tuvo momentos de brillantez y que fue convincente siempre, apasionado, ilusionado. La ilusi¨®n de luchar contra ese azote de la droga que tanto mal ha hecho. Pueblo de artistas, los gitanos tienen una m¨²sica y un cante ¨²nicos. Mejor que a la droga, s¨ª, engancharse a ellos.