La autopsia confirma que no hubo violaci¨®n en el crimen de la int¨¦rprete
Beatriz Agredano Lozano, la int¨¦rprete de ingl¨¦s de 21 a?os asesinada en noviembre pasado, no fue violada. As¨ª lo confirma la autopsia, que, seg¨²n fuentes cercanas al caso, establece que muri¨® a causa de un fuerte golpe en la cabeza. Antes de fallecer, con todo, el criminal intent¨® estrangularla con alg¨²n elemento el¨¢stico -presumiblemente la ropa interior o el jersey de la v¨ªctima-. Pese a estos nuevos datos, el m¨®vil de este asesinato sigue sin aclararse y la polic¨ªa a¨²n busca un testigo.
El cad¨¢ver d¨¦ Beatriz Agredano Lozano fue hallado el 28 de noviembre pasado en el cerro Almod¨®var, un descampado situado a unos 800 metros de la estaci¨®n de ferrocarril de Santa Eugenia. Al ser descubierto, el cuerpo yac¨ªa boca abajo, con su camiseta negra y su sost¨¦n enrollados al cuello. La disposici¨®n de su ropa interior apuntaba a una posible violaci¨®n, hip¨®tesis que la autopsia, seg¨²n fuentes cercanas al caso, ha echado ahora por tierra.Asimismo, la otra hip¨®tesis, la del robo, s¨®lo se mantiene en la medida en que el bolso que llevaba Beatriz antes de morir no ha sido encontrado. Un misterio que acrecienta el lugar en el que fue hallado el cad¨¢ver.El enigma del tren
La ¨²ltima vez que se vio con vida a Beatriz Agredano fue a las 21.30 del mi¨¦rcoles 27 de noviembre, en la estaci¨®n de cercan¨ªas de Vallecas. Hasta all¨ª la hab¨ªan llevado en coche dos compa?eras de trabajo desde Alcorc¨®n. En la citada estaci¨®n, Beatriz sol¨ªa coger el tren de cercan¨ªas (el de las 21.31 o 21.40) con destino a Vic¨¢lvaro, distrito en el que viv¨ªa con su familia, y en el que esa noche, adem¨¢s, hab¨ªa quedado con unas amigas para salir. El cuerpo de la joven, sin embargo, fue encontrado en un descampado de Santa Eugenia, es decir, en una parada intermedia de su viaje desde Vallecas hasta Vic¨¢lvaro.
La pregunta que se hacen los investigadores es: ?fue Beatriz capturada por su asesino antes de subir al tren o bien una vez en el vag¨®n? El que hasta la fecha no haya aparecido ning¨²n testigo ha impedido aclarar este interrogante.
Otro punto que es objeto de investigaci¨®n es si el criminal era conocido de la v¨ªctima. Si lo fuese, se explicar¨ªa por qu¨¦ Beatriz no ofreci¨® resistencia en un lugar p¨²blico -la estaci¨®n o el vag¨®n- en el que r¨¢pidamente podr¨ªa haber obtenido ayuda. Esta falta de resistencia, adem¨¢s, dar¨ªa raz¨®n de por qu¨¦ los ¨²ltimos pasos de Beatriz pasaron inadvertidos entre las decenas de personas que esa noche se cruzaron con ella.
Vida sin sobresaltos
Tampoco el comportamiento de Beatriz ofrece ninguna pista. Su familia ha recordado que la joven llevaba una vida estable y sin sobresaltos. De hecho, cuando sus parientes constataron que no hab¨ªa llegado a casa despu¨¦s del trabajo, movilizaron al vecindario, e incluso acudieron a la comisar¨ªa de San Blas a presentar una denuncia. La polic¨ªa no la acept¨® por no haber transcurrido 24 horas de la desaparici¨®n.Al d¨ªa siguiente, su hermano denunci¨® formalmente los hechos. Y fue entonces cuando se descubri¨® que las caracter¨ªsticas f¨ªsicas de la joven coincid¨ªan con el cad¨¢ver encontrado en Santa Eugenia.
Todas estas inc¨®gnitas han llevado a la polic¨ªa desde un principio a solicitar la colaboraci¨®n ciudadana, especialmente un testigo que la viese en la estaci¨®n o en el tren. La ¨²ltima vez que se la vio con vida, Beatriz llevaba camiseta negra, cazadora acolchada negra y bolso marr¨®n de tela. Morena y de ojos verdes, la joven med¨ªa 1,67 metros.
Beatriz hab¨ªa empezado a trabajar en una empresa de publicidad de Alcorc¨®n hace un a?o, tras una estancia en el Reino Unido. En su trabajo combinaba las tareas de despacho con las de int¨¦rprete.
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