La fiesta en paz

Un a?o m¨¢s todos podemos estar contentos de que la noche de San Sebasti¨¢n haya transcurrido de modo pac¨ªficamente festivo. Es decir, lo que por estos pagos llamamos "pac¨ªficamente". Los festejos comenzaron por la tarde con un homenaje a la ikurri?a, de cuya legalizaci¨®n se cumpl¨ªan 20 a?os. Pero ya sabemos que 20 a?os no es nada, de modo que la conmemoraci¨®n no celebr¨® el haber recuperado la libertad sin exclusiones sino que deplor¨® no tener todav¨ªa manos libres para excluir: en esa l¨ªnea, unos encapuchados de servicio quemaron las banderas espa?ola y francesa pues ?c¨®mo se va a homenajear a una ense?a sino quemando alguna otra?El concejal de HB que intervino en el acto aclar¨® que los atentados contra la librer¨ªa Lagun no van contra los libros -"en tal caso se incendiar¨ªan bibliotecas p¨²blicas"- sino contra "los intereses comerciales de unas personas pertenecientes al partido socialista, que est¨¢ vinculado a los GAL". En cambio no recogi¨® la sugerencia que d¨ªas antes un mamarracho ves¨¢nico hab¨ªa realizado en Egin: quemar Lagun es una equivocaci¨®n, lo mejor es ir all¨ª y dedicarse a robar libros, para que aflore en toda su crueldad el fondo policial de los socialistas que la administran. Bueno, concluida su alocuci¨®n el concejal exhort¨® a su p¨²blico a salir a la calle "sin miedo a las agresiones": no aclar¨® si se refer¨ªa a cometerlas o a sufrirlas.

Ya en la gran noche, el ambientazo de la plaza de la Constituci¨®n no pod¨ªa ser mejor. Todo el recinto estaba alegremente decorado. En el balc¨®n de la biblioteca municipal, donde hab¨ªa de ser izada la bandera donostiarra que marca el comienzo de la fiesta, hab¨ªa una pancarta de aproximadamente 15 metros de larga por cuatro o cinco de ancha pidiendo amnist¨ªa para los presos de ETA. Todo el per¨ªmetro de la plaza estaba tambi¨¦n adrornadotambi¨¦n adornado con otras que clamaban por la falta de libertad, denunciaban la represi¨®n, llamaban "carcelero" al PNV, exig¨ªan el acercamiento de los presos, etc¨¦tera... ?Eran dignas de verse las con torsiones de los c¨¢maras de ETB para evitar en lo posible enfocar directamente tanta propaganda! Nada desentonaba en esta jubilosa unanimidad: ning¨²n lazo azul provocativo, ninguna menci¨®n escrita a Ortega Lata y Delclaux, ni una simple pancartica con un imprudente "ETA asesina" o "Cuando no haya m¨¢s cr¨ªmenes, no habr¨¢ m¨¢s presos". Nadie quer¨ªa estropear la fiesta. Incluso los m¨¢s jatorras tiraron huevos al alcalde Elorza y a su invitado Maragall durante la izada, lo cual es signo de "cari?o y alegr¨ªa" en opini¨®n e nuestro mun¨ªcipe. Hombre, la pr¨®xima vez que vea a Od¨®n Elorza no olvidar¨¦ tirarle un huevo a la calva, que como nunca le tiro nada va a pensar que no le aprecio. Y si no le echo p¨¦talos de flores, como recomienda Loyola de Palacio, ser¨¢ para que no se equivoque sobre mis respetables intenciones...

Una pregunta y acabo, que las fiestas son para divertirse. Todo lo antes dicho ocurre en una ciudad cuyo alcalde es del PSE y cuyo partido m¨¢s votado en las municipales es el PP. Soy ferviente partidario de respetar a las minor¨ªas, pero no hasta el punto deque olviden por completo que lo son. Y la pregunta es: ?podremos disfrutar alguna vez en paz las fiestas donostiarras sin que la mayor¨ªa de los ciudadanos tengamos que renunciar a exteriorizar lo que queremos y pensamos, sin mirar para otro lado (luego se quejan de que nadie denuncia ninguna tropel¨ªa: ?con lo acostumbrados que estamos a hacer como si no vemos!), sin asumir mansamente lo que nos crispa para que no nos acusen de crispar? ?Hala, hasta el a?o que viene!