Una ¨¦poca en la hostoriograf¨ªa espa?ola

La fama de cierto tipo de cient¨ªficos sociales se basa a veces en el total consenso conseguido en la profesi¨®n. En otras ocasiones se cimenta en una obra concreta cuya solidez se impone de forma tan abrumadora que a partir de ella el rumbo de la investigaci¨®n est¨¢ condenado a experimentar un giro decisivo. Hay quien, por su relevancia social, llega a definir toda una etapa de la ciencia que cultiva. Este creo que ha sido el caso de Manuel Tu?¨®n de Lara.Cuando, dentro de algunos a?os, se escriba la reciente historia de la historiograf¨ªa espa?ola, sin duda su nombre servir¨¢ para designar un periodo. Ante todo y sobre todo, Tu?¨®n ha sido un divulgador de enorme impacto social en unos a?os decisivos, los del final del franquismo y el comienzo de la transici¨®n. Lo fue de toda la ¨¦poca contempor¨¢nea, pero de forma especial de aquella m¨¢s cercana. La sed de conocimiento acerca del propio pasado que se sent¨ªa entonces encontr¨® en sus libros un alivio cuando todav¨ªa quedaba mucho por investigar de forma monogr¨¢fica.

Tu?¨®n fue un historiador tard¨ªo, de carrera acad¨¦mica nada f¨¢cil hasta sus ¨²ltimos a?os. No ten¨ªa empacho en admitirlo, y sin duda supo superarlo. Sus libros m¨¢s conocidos fueron manuales, g¨¦nero condenado a ser ef¨ªmero. Pero eso podr¨ªa haber lastrado sus libros, y no fue as¨ª. Siempre cultiv¨® terrenos en que su obra puede considerarse. la de un especialista -movimiento obrero, relaciones entre cultura y sociedad...-, Y. si es habitual que los historiadores se inicien con la monograf¨ªa y concluyan en la divulgaci¨®n, ¨¦l supo seguir un camino inverso. Algunos de sus trabajos ¨²ltimos habr¨¢n de figurar entre lo m¨¢s perdurable de su legado, que habr¨¢ de ser juzgado de manera especial¨ªsima por la profunda estela que dej¨® en sus amigos y disc¨ªpulos m¨¢s o menos directos.