Magnifico triunfo de Luciano Berio en el estreno de 'Ekphrasis'

El gran acontecimiento de este XIII Festival de M¨²sica de Canarias deb¨ªa ser, y efectivamente ha sido, Luciano Berio, uno de los grandes m¨²sicos del este siglo, al que ya podemos denominar sin ninguna reserva un cl¨¢sico de la modernidad. El estreno mundial, con la Orquesta de Radio Francf¨®rt, de su Ekphrasis ha sido un suceso musical hist¨®rico, que ha convertido a esta edici¨®n del festival canario en referencia ya ineludible en los anales de la m¨²sica actual.

Por otra parte, la Orquesta de Radio Francfort ofreci¨® dos programas de distinto signo, orientaci¨®n y resultados. Si el pasado jueves la Orquesta no rindi¨® con demasiada brillantez en su interpretaci¨®n de la Cuarta sinfon¨ªa de Beethoven, en la Sexta de Bruckner hay que reconocer la corresponsabilidad, cuando menos, del maestro Gelmetti, director romano de carrera en curso, quiz¨¢ m¨¢s interesante en el campo de la ¨®pera que en el sinf¨®nico. Los vientos del conjunto orquestal alem¨¢n no estuvieron a la altura de lo que lograron las cuerdas, pero el hecho es que Beethoven y Mahler son quienes son y que el p¨²blico los aplaudir¨¢ en cualquier caso, lo que no impide que, a la hora de reflexionar sobre el concierto, surja retrospectivamente un sentimiento de decepci¨®n.Luciano Berio es quiz¨¢ un autor que adquiere la decisiva condici¨®n de cl¨¢sico cuando su invenci¨®n renovadora cobra carta de naturaleza en ¨¦l mismo y en el p¨²blico. Berio, por otra parte, sigue a su compatriota Dallapiccola en la espont¨¢nea mediterranizaci¨®n de corrientes y tendencias venidas de otros ¨¢mbitos. No es de extra?ar pues que el talante humano, la imaginaci¨®n y la gracia de Berio sean netamente latinas y que est¨¦n gobernadas por una excepcional sabidur¨ªa unida a un raro y comunicativo sentido del orden, las proporciones, los contrastes y las luces.

No es f¨¢cil asistir a un estreno como el de Ekphrasis, escrito por encargo del festival canario y dirigido el viernes por su autor con la Orquesta de Francfort, que parec¨ªa transfigurada. Se acab¨® la tan cacareada incomunicaci¨®n de la m¨²sica actual y, el p¨²blico, aunque siempre existir¨¢n autores y obras condenados a vagar por la historia.

No es este el caso de Luciano Berio, cuya m¨²sica tuvo p¨²blico siempre a trav¨¦s de sus viajes diversos y tan contrastados en lo t¨¦cnico como en lo estil¨ªstico; lo mismo cuando recrea el pasado -como en sus Versiones de la 'ritirata' de Bocherini, con las que comenz¨® su programa- o en el Concierto para dos pianos y orquesta, compuesto' en 1973 y excelentemente tocado por Katia y Mariellea Labeque, original desde la sustancia, pero dotado de virtudes an¨¢logas a las que hicieron de los grandes cl¨¢sicos del pasado lo que hoy son.

Pero Ekphrasis es otra cosa. Parte de una adagio compuesto en 1990 y seg¨²n Berio "constituye un paisaje sonoro continuo y cambiante, modelado sobre una parrilla de m¨®dulos repetidos". Repetir m¨®dulos no es reiterar la m¨²sica y por ello seguimos el luminoso discurso del m¨²sico con verdadera fascinaci¨®n por su riqueza, originalidad y magia.

Cambian las luces, se definen y se tornasolan, mientras un pulso que a la vez es puro nervio mantiene palpitante esta suerte de ebullici¨®n musical, verdadera y ordenada sinfon¨ªa de gestos sonoros.

Es una creaci¨®n tan precisa como la de un matem¨¢tico, tan depurada como la de un alquimista y tan clarividente como la de un pensador: po¨¦tica, escult¨®rica, m¨®vil. Y, en fin, directa, expresiva y dotada de tanto poder de comunicaci¨®n que, no hay que dudarlo, pasar¨¢ sin tardanza a los grandes repertorios. El triunfo canario de Luciano Berio ha sido formidable y de los que dejan larga huella. S¨®lo por ¨¦l habr¨ªa merecido la pena el festival, pero han pasado y quedan todav¨ªa nuevas y muy atractivas jornadas.