Manantial
La humanidad tambi¨¦n tiene sus manantiales. A media tarde me gusta caminar por la ciudad entre el agua turbia de la gente. Es incre¨ªble la cantidad de seres deteriorados que la corriente de la vida arrastra por la calle. La mayor¨ªa de los rostros son cantos rodados. Los cuerpos han sido moldeados tal vez por unos sue?os no cumplidos y a partir de un tiempo comienzan a formar parte de la ci¨¦naga que se prioduce en cualquier desembocadura. Pero en medio de la carne pantanosa de la ciudad de pronto te encuentras con un manantial de agua pura brollando: un colegio de ni?os est¨¢ manando en el asfalto. Aflora a borbotones por las puertas, invade la explanada de cemento, choca contra las tapias, se desliza por la acera y par te de esa corriente llena de remo linos y risas furiosas inunda los autobuses. El resto se derrama en todas las direcciones buscan do el alv¨¦olo que un d¨ªa les llevar¨¢ al mar. A media tarde en toda la ciudad se multiplican estas fuentes limpias en su nacimiento: la salida de ni?os y adolescentes de los colegios e institutos. Da la sensaci¨®n de que uno ha llegado en su traves¨ªa de la ciudad apestosa a un manantial de alta monta?a parejo con la nieve. Despu¨¦s de muchos a?os he conseguido ver esta carne nueva como un paisaje, como un agua muy pura que se va desarrollando en diversos tramos: en el jard¨ªn del colegio quedan las miradas ver des de los p¨¢rvulos, en la esquina siguiente unas ni?as encienden el primer cigarrillo y al doblar a calle una pareja de adolescentes se acaricia entre dos coches y as¨ª la vida se va enturbiando hasta hacerse r¨ªo amarillo. Hoy los manantiales de la naturaleza es t¨¢n todos contaminados. Los pesticidas y vertidos industriales con las lluvias penetran en los ve neros. La gente sensata no osa beber en ellos, ni siquiera en los que san Juan de la Cruz cuenta que reflejaban los ojos del ama do. Me pregunto si estos manan tiales que brotan de los colegios tambi¨¦n nacen ya impuros, si el detrito de la sociedad que va calando cada d¨ªa llega al estrato donde est¨¢ el alma de los ni?os.
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