Asombroso Santiago Ramos
El lector observar¨¢ que en la ficha que precede a este comentario no se alude a su proyecci¨®n en ninguna sala madrile?a. No hay tal proyecci¨®n ni tal sala. Cuando, el pasado jueves, iba a editarse este texto, su editor observ¨® que el filme comentado ya no estaba en cartel y lo cancel¨®: ?c¨®mo hablar de lo que no existe? La pel¨ªcula fue mantenida, as¨ª como suena, i6 d¨ªas! en cartel sin apenas publicidad y, obviamente, nadie acude a ver lo que no sabe que existe. Pero el refrendo abrumador de los Goya al trabajo del actor Santiago Ramos en esta obra saca a la luz el inmenso da?o que una distribuci¨®n no sostenida puede hacer a un filme de presupuesto humilde. Y, aunque sin poder indicar al lector d¨®nde puede verla, ah¨ª sigue el comentario a esta bella pel¨ªcula.Como un rel¨¢mpago es una pel¨ªcula siempre interesante, en su mitad final buena y en algunas escenas mucho mejor que buena: magn¨ªfica. Es un relato sencillo, cordial, suave, pero de fondo complejo. Circula en ¨¦l con dulzura sangre amarga, pero se contempla de un solo trago que nos llena de sensaciones de acuerdo, gracia, ternura. Es ligera y libre, pero nada elemental hay en ella: su tono de relato menor encubre cosas mayores. Est¨¢ realizada sin pretenciosidad, lo que indica que hay tras la c¨¢mara amor por lo que se hace y dominio del oficio por el realizador, Miguel Hermoso, y su equipo.
Como un rel¨¢mpago
Direcci¨®n y gui¨®n: Miguel Hermoso. Fotograf¨ªa: Arribas. M¨²sica: G¨®mez y Reyes. Espa?a, 1996. Int¨¦rpretes: Santiago Ramos, Eloy Azor¨ªn y Assumpta Serna.
Hermoso es tambi¨¦n su escritor y se regala un di¨¢fano gui¨®n, casi siempre bien construido, de modo que no se percibe su existencia en la imagen, que parece inventada mientras ocurre. Una reserva: hay un balbuceo inicial que da?a la composici¨®n y se siente que la habr¨ªa beneficiado de no existir y ser sustituido o complementado por una gota m¨¢s de enigma en esa zona de arranque, que pide entrar en los recovecos (que se abordan sumariamente) del silencio de la madre del muchacho eje de la f¨¢bula acerca de la identidad de su padre, cuya busca y encuentro acapara el argumento de la pel¨ªcula.
Aplazar un poco este encuentro mediante una mayor averiguaci¨®n en este personaje -que sabe a esquem¨¢tico, lo que dificulta las cosas a Assumpta Serna, aunque ¨¦sta saca adelante el personaje- habr¨ªa a?adido intensidad al t¨² a t¨² entre el adolescente y su padre cuando se encuentran. De ah¨ª que el di¨¢logo posterior (bell¨ªsima met¨¢fora sobre la orfandad, asunto completamente vivo hoy en Espa?a) entre el hijo adolescente (Eloy Azor¨ªn) y su padre tarda m¨¢s de la cuenta en remontar el vuelo.
Pero cuando -gracias al fascinante personaje de ese padre, que crea Santiago Ramos con una mezcla insuperable de c¨¢lculo e instinto- comienza a tomar altura, la mucha que alcanza convierte a esta humilde pel¨ªcula en una de las m¨¢s ambiciosas que ha dado el cine espa?ol reciente.
Hermoso pone en bandeja a Santiago Ramos -y ¨¦ste no s¨®lo no lo desaprovecha, sino que lo multiplica con apasionante mesura- uno de esos giros de transfiguraci¨®n que permiten -a los actores ing¨¦nitos -comoes ¨¦ste- dar en forma de caricia un pu?etazo de enorme talento, cuya magnitud no se percibe hasta que esa y otras escenas han pasado y podemos salir del secuestro en que, mientras ocurr¨ªa hab¨ªa atrapado nuestra capacidad para darnos cuenta de la extraordinaria belleza, hondura y dificultad que entra?a hacer una cosa as¨ª: la genial creaci¨®n de una mutaci¨®n humana lograda en estado de gracia, que asombra y conmueve.
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