El tren se para

"Nunca he visto a un ala como ¨¦l en mis 11 a?os de carrera profesional", dijo el magn¨ªfico tres cuartos ingl¨¦s Rory Underwood al acabar la semifinal de la Copa del Mundo de rugby en Ciudad del Cabo, en 1995. Los All Blacks neozelandeses acababan de pasar por encima de su equipo, 45-29, y sobre todo Jonah Lomu, un atleta de 1,95 metros y 118 kilos de peso. No eran de extra?ar los elogios. Hab¨ªa visto nuevamente haza?as sin cuento de su inmenso rival, la ¨²ltima gran estrella de este deporte. Lomu parec¨ªa imparable por otros, salvo en contadas ocasiones, pero lo definitivo es que ha sido su propia naturaleza quien lo ha frenado. Unos problemas renales no s¨®lo le han obligado a retirarse para un tratamiento de seis meses, sino que su futuro deportivo est¨¢ muy comprometido.El rugby es un deporte de potencia f¨ªsica desde siempre, porque el contacto es b¨¢sico. Pero Lomu, con s¨®lo 21 a?os, hizo historia por su corpulencia unida a su calidad. Lo normal era ver potencia en los delanteros, con hombres sobre los dos metros y m¨¢s de 100 kilos. Pero nunca en los tres cuartos, normalmente con medidas sobre el 1,80 y los 80 kilos. Pero ¨¦l lo hab¨ªa roto todo. No es maor¨ª puro -el aborigen neozeland¨¦s-, sino que tiene ra¨ªces en el archipi¨¦lago de Tonga, lo cual no hizo otra cosa que aumentar su corpulencia de guerrero polinesio. Lomu no es toda Nueva Zelanda, pero s¨ª ha sido pieza decisiva en los ¨²ltimos All Blacks. Carling, el mismo capit¨¢n ingl¨¦s, lo reconoci¨® tras aquella semifinal ya hist¨®rica de 1995: "Los neozelandeses han jugado en algunos momentos fant¨¢sticamente. Pero creo que la mayor diferencia ha venido por el ala izquierda. Si Lomu no hubiese estado ah¨ª... La experiencia no ha sido divertida", concluy¨®. Su primer ensayo ante los ingleses fue quiz¨¢ la mejor joya de los siete conseguidos durante el torneo y en los ¨²ltimos a?os. El enemigo, de la m¨¢xima entidad, ensalz¨® a¨²n m¨¢s la haza?a. "Encontrarse a Lomu en carrera era como ver venir de frente una locomotora en un t¨²nel. ?Qu¨¦ hacer?". Tony Underwood, el hermano de Rory, lleg¨® tarde al placaje, aunque poco hubiera movido, pese a ser rapid¨ªsimo con sus 1,75 y 81 kilos; Carling, m¨¢s fuerte, con 1,80 y 90 kilos, fue despedido de un simple manotazo. Y Mike Catt, pobre Mike Catt. El zaguero esper¨® de frente el tren. Intent¨® placarle con sus nada despreciables 1,78 y 83 kilos. Abri¨® los brazos, pero Lomu lo atropell¨®. Paso por encima y se lanz¨®, eso s¨ª, para que no fuera tan insultante su exhibici¨®n, a poner el bal¨®n por detr¨¢s de la l¨ªnea de marca. La l¨¢stima es que bellezas as¨ª est¨¦n ahora en peligro. El gran deporte es el que pierde.