Condena judicial a 'Le Monde' por demanda de uno de sus accionistas

El diario franc¨¦s Le Monde, as¨ª como su director, Jean-Marie Colombani, han sido condenados a pagar 200.000 francos (en torno a cinco millones de pesetas) a Jean-Luc Lagard¨¨re, el patr¨®n del grupo industrial Matra-Hachette y accionista del propio peri¨®dico, en concepto de da?os y perjuicios. En su d¨ªa -4 de noviembre de 1996- Le Monde hab¨ªa publicado una informaci¨®n en la que se hablaba del eventual procesamiento de Lagard¨¨re por varios cargos que, en realidad, se redujeron a uno s¨®lo.

, El error consisti¨® en que Le Monde inform¨® de un procedimiento contra Lagard¨¨re por " abuso de bienes sociales, estafa, falsificaci¨®n, utilizaci¨®n de documentos falsos e infracci¨®n a una ley sobre sociedades" cuando, en realidad, el procesamiento decretado contra aqu¨¦l s¨®lo era por "abuso de bienes sociales", como consecuencia de la demanda de un accionista en contra del sistema de remuneraciones de equipo directivo del grupo.La sentencia no considera suficiente que el d¨ªa 5 de noviembre, siempre en primera p¨¢gina, Le Monde ya reconociera su error y pidiera excusas; como tampoco que la fuente que indujera a la equivocaci¨®n fuese el secretariado de la fiscal¨ªa de Par¨ªs, un organismo que tiene como misi¨®n precisamente la de informar a la prensa. Seg¨²n la sentencia se trata de " una fuente incierta e insuficientemente controlada".

Para el director del diario, Jean-Marie Colombani, la decisi¨®n judicial es "excesiva y excepcional" y crea "un precedente peligroso para la libertad de informar". Para Colombani se da una situaci¨®n absurda: "?C¨®mo informar sobre la justicia si la ¨²nica fuente judicial que tiene oficialmente el derecho y el deber de informar queda cuestionada a priori?". Obviamente los periodistas tambi¨¦n hab¨ªan consultado fuentes pr¨®ximas a Lagard¨¨re, que hab¨ªan desmentido lo dicho por la fiscal¨ªa, pero el valor y fiabilidad de esas dos fuentes contradictorias no parec¨ªa id¨¦ntico.

El director de Le Monde tambi¨¦n se queja de que una r¨¢pida rectificaci¨®n no haya sido considerada bastante para reparar el perjuicio causado.

En la pr¨¢ctica los jueces admiten que "la redacci¨®n hab¨ªa adoptado ciertas precauciones, como el empleo del condicional", que "el objetivo informativo era leg¨ªtimo" y que el texto del peri¨®dico no transmit¨ªa "animosidad personal alguna" -Lagard¨¨re alegaba que Le Monde demostraba una "animosidad constante" contra su persona- pero reprochan la falta de "seriedad y calidad de la investigaci¨®n efectuada para publicar".

A trav¨¦s de Hachette, Jean-Lue Lagard¨¨re es accionista minoritario de Le Monde", pues posee parte de sus talleres de imprenta. Adem¨¢s hab¨ªa sido elegido por el Gobierno, y en contra de la opini¨®n del diario, nuevo propietario del grupo p¨²blico Thomson. Le Monde critic¨® las formas de la privatizaci¨®n y que Thomson se vendiese por el precio simb¨®lico de un franco. El Consejo de Estado desaprob¨® la decisi¨®n gubernamental y, seg¨²n Colombani, "el grupo Lagard¨¦re decidi¨® castigarnos. En tanto que accionista minoritario de nuestros talleres consideraba sin duda que deb¨ªamos ser uno de sus grupos de presi¨®n".

Dado que Le Monde no se pleg¨® a ponerse al servicio de los intereses particulares de Lagard¨¨re, ¨¦ste parece haber optado por dos tipos de presiones: la legal, con esta sentencia ya recurrida por los abogados del diario, y la de la amenaza econ¨®mica, suspendiendo el acuerdo por el que el Journal du dimanche -propiedad de Hachette- iba a imprimirse en las rotativas de Le Monde. Seg¨²n Colombani "ser¨ªa lamentable que la justicia, sancionando con tanta dureza un error ya reparado p¨²blicamente, prestase su apoyo a esta ofensiva" de Lagard¨¨re para servirse del diario.