Reflexi¨®n sobre la violencia nazi

El fin de semana en que se dio la concentraci¨®n contra la violencia urbana en la plaza Mayor, tras comer con mis abuelos, sal¨ª para irme a casa. Entonces, un grupo de ultraderechistas, al verme, se propuso "cumplir su cometido": agredir a gente diferente a ellos.Me considero de izquierdas. En mi cazadora llevo un parche del Che, a quien admiro. Y mi pelo es de bastante m¨¢s longitud que el suyo (espero que tambi¨¦n mis ideas).

Cuando estos nazis me vieron, vinieron corriendo hacia m¨ª, gritando "a por el guarro", etc¨¦tera. No me sent¨ªa seguro y llegaron a mi altura. Entonces me di cuenta de que quer¨ªan que yo fuese su entretenimiento por un rato. Patadas empezaron a caerme y alg¨²n que otro pu?etazo. Se pensaban que iba solo, pero a cinco metros estaba mi madre, que logr¨® que me dejaran.

Despu¨¦s de lo que al final fue un susto empec¨¦ a reaccionar. Nunca hab¨ªa sentido esa impotencia que sent¨ª. Por mucho que yo sea de izquierdas, respeto a aquel que pueda tener otra ideolog¨ªa, siempre y cuando se pueda dialogar. No voy diciendo que mis ideas son las ¨²nicas buenas. S¨®lo busco poder llegar a un di¨¢logo, a un respeto, y siempre de manera pac¨ªfica, puesto que ¨¦sas son mis ¨²nicas armas. Esa sensaci¨®n de impotencia que sent¨ª tardar¨¦ en olvidarla.

Pero no tomar¨¦ represalias. Ni tampoco tendr¨¦ miedo a salir. Es lo que ellos quieren, y no voy a cambiar por ellos.-