Zapatismo

Indispensable para la supervivencia la lectura de Le Monde Diplomatique; en el ¨²ltimo n¨²mero leo una atinada apuesta de Ignacio Ramonet por la contestaci¨®n global al totalitarismo global neoliberal. Tambi¨¦n una extensa informaci¨®n de Maurice Najinan sobre la ofensiva pol¨ªtica de los zapatistas para conseguir la presencia de sus tesis emancipatorias en la pol¨ªtica institucional mexicana, logro que confirmar¨ªa la progresiva sensibilizaci¨®n universal sobre el papel de la pol¨ªtica en la transformaci¨®n social, frente a la l¨®gica ciega del economicismo.Dispongo de un extens¨ªsimo y suficiente dossier que me han hecho llegar los zapatistas sobre esa ofensiva pol¨ªtica, una vez instalados los logros emblem¨¢ticos de los primeros a?os. Comparto con los neoliberales pocas cosas, pero una de ellas es que detesto la tendencia intelectual europea de exaltar la lucha armada en todas partes con tal de que no se produzca en Europa. Lo positivo del zapatismo es que ha sido una acci¨®n violenta simb¨®lica frente a la violencia del economicismo y ahora trata de integrarse dentro de la respuesta global contra la globalizaci¨®n de la econom¨ªa convertida definitivamente en la ciencia l¨²gubre que tem¨ªa Carlyle. Tambi¨¦n asumo la observaci¨®n que el vicecomandante Marcos hizo a unos enviados de Televisi¨®n Espa?ola: hab¨ªa dejado de leer las novelas de Carvalho porque no pod¨ªa resistir las recetas, obligado a la frugalidad de la cocina guerrillera. He de hacer algo. Respaldar una alianza de la izquierda activa, la institucional y la llamada gauche caviar, para globalizar nuestro saber y una posible respuesta a la infame turba economicista. E instar a Carvalho a adecuar sus men¨²s a la intendencia zapatista, seg¨²n claves de la cocina precolombina. Por ejemplo: tamales de frijol y tortilla de flores de nacapit¨².