Fujimori consigue el apoyo de Clinton para entablar conversaciones con el MRTA
Alberto Fujimori consigui¨® ayer "pleno apoyo" de Bill Clinton a su actitud ante la crisis de los rehenes, seg¨²n declar¨® el presidente peruano a su salida de la Casa Blanca. Un portavoz de Clinton lo confirm¨® con estas palabras:"Fujimori est¨¢ caminando sabiamente por la l¨ªnea correcta para resolver esta crisis de modo pac¨ªfico y sin ceder al terror". Fujimori insisti¨® en que la liberaci¨®n de los militantes del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru encarcelados en Per¨² es "imposible" por lo que las negociaciones entre su Gobierno y los secuestradores deben centrarse en otras cosas. Dio a entender que la entrega de dinero y la b¨²squeda de un pa¨ªs de asilo son asuntos negociables.
, "No podemos ni vamos a hacer las grandes concesiones que piden los terroristas", declar¨® el presidente peruano en el Club Nacional de Prensa de Washington. "Esto", a?adi¨®, "es importante no s¨®lo para Per¨², sino para EE UU y todo el mundo. Cualquier terrorista debe saber que no puede conseguir su objetivos por el procedimiento de la toma de rehenes". Un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) sigue reteniendo, desde el pasado 17 de diciembre, a 72 rehenes en la residencia del embajador japon¨¦s en Lima.Al mediod¨ªa, hora de Washington, Clinton, que no ten¨ªa previsto entrevistarse con Fujiinor?, le recibi¨® durante unos veinte minutos en la Casa Blanca. Acompa?aron al presidente norteamericano el vicepresidente Al Gore y Madeleine Albright, la nueva secretaria de Estado. Clinton no hizo comentarios p¨²blicos tras el encuentro, aunque s¨ª uno de sus portavoces. Por su parte, el presidente peruano declar¨® que los norteamericanos hab¨ªan expresado "un apoyo continuo y excepcional" a su estrategia ante la crisis. Esa estrategia tiene dos pilares: el compromiso asumido con los japoneses de renunciar al uso de la fuerza para liberar a los rehenes y la negativa a liberar a los aproximadamente 400 presos emerretistas.
El margen de maniobra de las conversaciones directas del Gobierno peruano con los secuestradores, decididas el pasado s¨¢bado en la reuni¨®n en Toronto de Fujimori con el primer ministro japon¨¦s, Ryutaro Hashimoto, es, pues, estrecho "Al comienzo de la crisis dije que la liberaci¨®n de los presos del MRTA era inaceptable; ahora digo que es imposible", repiti¨® varias veces Fujimori en ingl¨¦s y castellano. El presidente peruano a?adi¨® que los secuestradores ya recibieron ese mensaje en los "contactos extraoficiales" que su Gobierno ha sostenido con ellos, y que el mismo mensaje es la base de las conversaciones oficiales que van a celebrarse. Seg¨²n Fujimori, el cabecilla del MRTA sabe que as¨ª est¨¢n las cosas, y si ese grupo sostiene "una postura en p¨²blico y otra en privado" es porque eso debe formar parte de su "estrategia".
Pero la contradicci¨®n entre las declaraciones de Fujimori y las de N¨¦stor Cerpa Cartolini, el jefe del comando del MTRA, en torno a la posibilidad de establecer "conversaciones preliininares" es evidente, informa desde Lima Juan Jes¨²s Azn¨¢rez. De momento, la consecuencia m¨¢s visible de la reuni¨®n de Toronto ha sido la interrupci¨®n de las maniobras policiales de amedrentamiento contra el comando atrincherado desde hace 49 d¨ªas.
A la pregunta de sobre qu¨¦ pueden negociar las autoridades con los secuestradores, Fujimori respondi¨®. "Supongo que con el t¨¦rmino impuestos de guerra lo que intentar¨¢n es obtener alg¨²n dinero". Como hab¨ªa sugerido Fujimori en ocasiones anteriores, tambi¨¦n es negociable la salida de los secuestradores a un tercer pa¨ªs, siempre y cuando liberen a los cautivos y abandonen las armas. Cuba, Guatemala y Costa Rica est¨¢n entre los posibles destinos, seg¨²n inform¨® el domingo en Toronto Anthony Vincent, embajador de Canad¨¢ en Lima y uno de los mediadores en la crisis. "Va a ser muy dif¨ªcil encontrar un pa¨ªs dispuesto a aceptar a los miembros del MRTA", declar¨® ayer Fujimori, que tambi¨¦n dijo que "entre el MRTA y los narcotraficantes de la coca ha habido una relaci¨®n muy estrecha".
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