Furibunda campa?a 'provida' en Portugal en visperas del debate parlamentario sobre ampliaci¨®n del aborto

, "Levantamiento cat¨®lico" o "Revuelta cristiana contra el aborto" son algunos de los titulares que la prensa portuguesa ha dedicado a la feroz campa?a iniciada por los movimientos cat¨®licos y ultraconservadores en v¨ªsperas del debate parlamentario para la ampliaci¨®n del aborto, fijado pata el pr¨®ximo d¨ªa 20. El Gobierno socialista y su partido, encabezados por dirigentes cat¨®licos, se encuentran completamente divididos en este asunto, mientras la oposici¨®n socialdem¨®crata exige la convocatoria de un referendum.La asociaci¨®n cat¨®lica Juntos por la Vida comenz¨® ayer a distribuir folletos y postales contra la revisi¨®n de la ley sobre el aborto y ha anunciado una campa?a de movilizaciones "con mucho ruido". Los movimientos cat¨®licos y ultraconservadores han conseguido que las televisiones emitan en sus noticiarios de m¨¢xima audiencia un viejo documental estadounidense sobre una interrupci¨®n del embarazo, que para las asociaciones progresistas constituye una "burda manipulaci¨®n".

Algunos de los folletos distribuidos por los movimientos cat¨®licos presentan a un feto-ni?o succionado por un aspirador del que sale hecho a?icos. Los dirigentes de Juntos por la Vida han convocado tambi¨¦n diversas concentraciones, una vigilia ante el Parlamento la v¨ªspera del debate, y han iniciado su campa?a de recogida de firmas contra los proyectos de las Juventudes Socialistas y del Partido Comunista, que solicitan la ampliaci¨®n de los actuales plazos, establecidos en 12 semanas en caso de peligro para la madre o de violaci¨®n, y 16 para cualquier malformaci¨®n del feto. La Asociaci¨®n de M¨¦dicos Cat¨®licos ha comunicado su m¨¢s rotundo rechazo a subordinar su objeci¨®n de conciencia al derecho al aborto.

El padre V¨ªtor Freire Pinto, en representaci¨®n del episcopado portugu¨¦s, afirm¨® en el Parlamento que "el derecho a la vida es inviolable; no depende de la opini¨®n p¨²blica, de estad¨ªsticas, referendos o votos de los diputados, ni de ninguna autoridad p¨²blica. Al Estado s¨®lo le compete reconocerlo, respetarlo, defenderlo o promoverlo mediante la justicia social que asegure a todos las condiciones indispensables de una vida digna".