Toque de queda en una regi¨®n china sacudida por una revuelta musulmana
Las autoridades chinas han decretado el toque le queda en una ciudad de la conflictiva regi¨®n noroccidental de Xinjiang despu¨¦s de que al menos 10 personas murieran y un n¨²mero indeterminado resultaran heridas en una revuelta separatista musulmana la semana pasada, informaron ayer funcionarios oficiales y residentes locales. Los disturbios se produjeron el d¨ªa 5 en Yining, a unos 500 kil¨®metros al oeste de Urumchi, capital de la regi¨®n, cerca de la frontera con la rep¨²blica de Kazajist¨¢n.
, Un millar de independentistas pertenecientes a la mayoritaria ¨¦tnia uigur destrozaron autom¨®viles, incendiaron tiendas y golpearon a ciudadanos de la etnia china han para protestar contra el Gobierno de Pek¨ªn y exigir la creaci¨®n del Uigurist¨¢n, la rep¨²blica musulmana independiente por la que luchan desde hace tiempo los uigures m¨¢s radicales.Un funcionario local dijo a la agencia Reuter que un polic¨ªa result¨® muerto en los incidentes. Otra fuente no oficial calific¨® los disturbios como los m¨¢s violentos de los ¨²ltimos a?os en Xinjiang, donde los uigures, cuya lengua es el turco, dominan a la minor¨ªa han, que representa aproximadamente el 38% de la poblaci¨®n. Las autoridades decidieron decretar el toque de queda y emitieron un bando por radio y televisi¨®n prohibiendo a los habitantes de Yining salir de sus casas despu¨¦s de la puesta de sol.
Fuentes oficiales locales restaron importancia, sin embargo, al suceso, se negaron a confirmar el n¨²mero de v¨ªctimas y dijeron que hab¨ªa sido protagonizado por 'Tuerzas extranjeras hostiles".
Los disturbios se produjeron despu¨¦s de que un polic¨ªa chino trat¨® de detener a un uigur sospechoso de ser un delincuente. Inmediatamente sus familiares, vecinos y muchos curiosos se lanzaron contra el agente. Las autoridades tuvieron que enviar fuerzas antidisturbios y paramilitares para frenar lo que en pocos minutos se hab¨ªa convertido en una revuelta de grandes dimensiones. Los revoltosos marcharon profiriendo lemas antichinos contra la sede del Gobierno.
Historia de conflictos
La regi¨®n de Xinjiang tiene una larga historia de conflictos ¨¦tnicos. El Gobierno de Pek¨ªn teme desde 1990 que el fundamentalismo isl¨¢mico de las rep¨²blicas vecinas de Asia central y de algunas de las ex rep¨²blicas sovi¨¦ticas vecinas aliente las aspiraciones de los separatistas musulmanes uigures. El a?o pasado fueron impuestas severas medidas de control de las mezquitas clandestinas y en las escuelas cor¨¢nicas, as¨ª como de limitaci¨®n en el tr¨¢fico de personas.Los medios de comunica ci¨®n chinos, que desde hace d¨ªas s¨®lo transmiten noticias sobre la celebraci¨®n del A?o Nuevo Lunar, no informaron sobre la revuelta musulmana en el Xinjiang. S¨®lo los medios de comunicaci¨®n de Hong Kong dieron la noticia.
Por otra parte, la polic¨ªa pol¨ªtica de Shanghai, al este del pa¨ªs, continua el acoso a los familiares del activista Bao Ge, priosinero en un campo de trabajos forzados desde hace casi tres a?os. Bao, antiguo investigador en una facultad de medicina, fue condenado a tres a?os en un "campo de reeducaci¨®n mediante el trabajo" por "alteraci¨®n del orden p¨²blico" en 1994. El disidente cumplir¨¢ su codena, impuesta por la polic¨ªa sin ning¨²n tipo de juicio ni sentencia, en junio de este a?o. Sus familiares de sean que sea liberado a tiempo, seg¨²n las fuentes que se?alan su temor a que "la polic¨ªa prolongue la condena ya que Bao se ha negado en todo momento a declararse culpable".
Bao estuvo relacionado con otros activistas pro democr¨¢ticos de Shanghai, la mayor metr¨®poli china, durante cuatro a?os, pero es conocido sobre todo por su particular campa?a en solicitud de indemnizaciones de guerra a Jap¨®n.
Las autoridades han negado a sus familiares las visitas regulares, a las que los prisioneros chinos tienen derecho cada pocos meses. La madre de Bao, Wang Yufeng, s¨®lo lo ha visto una vez en 32 meses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.