Dos vuelos regionales con 64 pasajeros inauguran el uso de Torrej¨®n
, Dos vuelos de la compa?¨ªa navarra Air Track, uno procedente de Pamplona y otro de vuelta a esa ciudad desde Madrid, con 64 pasajeros entre ambos, estrenaron ayer por la ma?ana el uso civil de la base militar de Torrej¨®n de Ardoz. Las operaciones transcurrieron con normalidad y entre la satisfacci¨®n generalizada de los responsables de la compa?¨ªa y de sus pasajeros. Influy¨® el hecho de que el piloto de la aeronave, Jos¨¦ Ram¨®n Jaimez, conoc¨ªa bien la instalaci¨®n castrense, ya que antes de trabajar en la aviaci¨®n comercial fue piloto militar.A las 8.25 de ayer lunes tom¨® tierra en la base militar de Torrej¨®n el primer avi¨®n civil: un modelo turboh¨¦lice ATR-42, de nombre San Miguel, que realiz¨® el vuelo TRK 401. Este aparato de Air Track fue el pionero de una apertura destinada a descongestionar el aer¨®dromo de Barajas, donde operan m¨¢s de 100 aerol¨ªneas (incluidas las de carga); con un ritmo medio de 50 aterrizajes o despegues por hora.
De momento, Air Track, que gestiona las L¨ªneas A¨¦reas Navarras y L¨ªneas A¨¦reas Guipuzcoanas, ha sido la ¨²nica en aceptar el traslado a la base. Lo ha hecho a. cambio de recuperar su vuelo matutino a Pamplona, suspendido el pasado noviembre por falta de espacio en Barajas (la compa?¨ªa asegur¨® en su d¨ªa que dicha cancelaci¨®n le hab¨ªa provocado un lucro cesante de dos millones de pesetas diarios), donde mantiene el resto de sus operaciones.
La base militar, cuyo uso civil fue acordado por los ministerios de Defensa y Fomento tras el incendio que revel¨® las graves deficiencias de Barajas el pasado diciembre, puede acoger cinco aviones (turboh¨¦lice y de menos de 70 pasajeros) por hora en las franjas de 7.00 a 9.00 y de 14.00 a 23.00. Sin embargo, esta primera semana de uso civil s¨®lo recibir¨¢ dos aviones diarios por la ma?ana. La pr¨®xima semana se sumar¨¢n otros dos: ida y vuelta matutino desde San Sebasti¨¢n, tambi¨¦n de Air Track.
Los representantes de la compa?¨ªa se mostraron muy satisfechos por la experiencia. Alvaro Viladrich, director de mercadotecnia, confes¨® la "magn¨ªfica" impresi¨®n que le hab¨ªan causado las instalaciones de Torrej¨®n. "Es como si fuera un vuelo privado, porque los pasajeros bajan del avi¨®n y directamente suben al autob¨²s con sus equipajes. Los tr¨¢mites se simplifican mucho".
Sin embargo, el presidente de la Asociaci¨®n de Compa?¨ªas A¨¦reas Privadas (AECA), Felipe Nav¨ªo, insisti¨® en que la opci¨®n' de la base militar es poco atractiva para las aerol¨ªneas y apost¨® por el uso civil del aer¨®dromo de Getafe como alternativa a la congesti¨®n de Barajas.
PASA A LA P?GINA 3
Fomento ha invertido 300 millones en adecuar la base militar a los aviones comerciales
VIENE DE LA P?GINA 1Para adecuar las instalaciones de la base de Torrej¨®n al tr¨¢fico comercial, Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA), organismo dependiente del Ministerio de Fomento, ha invertido 300 millones de pesetas. De esta cantidad, 50 millones se han destinado a construir una peque?a terminal de pasajeros y a acondicionarla. El resto se ha invertido en levantar una nueva carretera de acceso al aeropuerto (que transcurre exterior al per¨ªmetro de la base a¨¦rea), en el vallado de las instalaciones y en tres torres de iluminaci¨®n.
El Ministerio de Fomento tambi¨¦n proyecta construir una carretera que una Torrej¨®n con Barajas con el fin de que los pasajeros que utilicen la base militar no tengan que trasladarse por la N-II y sufrir sus atascos. Seg¨²n coment¨® ayer un portavoz de AENA, esta carretera es s¨®lo un proyecto "que se est¨¢ estudiando".
El primer vuelo comercial que pos¨® su tren de aterrizaje en Torrej¨®n tra¨ªa desde Pamplona a 38 pasajeros (la aeronave puede transportar hasta 48). De ellos, 18 eran periodistas, y tres, personal de la compa?¨ªa, seg¨²n los c¨¢lculos del director de mercadotecnia de Air Track, ?lvaro Viladrich. Los pasajeros de la aeronave, que abandon¨® el aeropuerto de No¨¢in a las 7.34, descubrieron pronto que no era un vuelo como cualquier otro: una nube de periodistas se abalanz¨® sobre ellos para acosarlos a preguntas. La tripulaci¨®n tambi¨¦n sufri¨® en la cabina de los pilotos el asalto de los informadores, informa .
Aviso desde la torre
El bullicio de la prensa le cost¨® un aviso a los responsables de la aeronave. El piloto Jaimez y la copiloto Noel de Gunten tuvieron que escuchar una advertencia del control militar, que se hizo cargo del vuelo 100 kil¨®metros antes de llegar a Torrej¨®n. "Nos dijeron que baj¨¢bamos tarde. Es cierto que ¨ªbamos un poco alto, pero con tantas televisiones en la cabina...", explic¨® Jaimez. Para el comandante, Torrej¨®n era un lugar conocido por su pasado de piloto militar. Para la copiloto era distinto: "No creo que hayan aterrizado aqu¨ª muchas mujeres en los mandos de la cabina". Era la primera vez que Noel De Gunten pisaba una base castrense.
Una vez en la pista, la mayor¨ªa de los viajeros no periodistas cogi¨® su escaso equipaje y tom¨® el autob¨²s gratuito al centro de Madrid. Fue directo hasta la plaza de Col¨®n, pero con una ventaja: realiz¨® paradas a voluntad de los pasajeros. Tard¨® unos 25 minutos en alcanzar la avenida de Am¨¦rica, debido en parte a la congesti¨®n que a esas horas suele sufrir el tr¨¢fico de la N-II. El taxi es un medio de transporte imposible para los vuelos que parten o aterrizan en Torrej¨®n, ya que la autoridad militar no lo autoriza. Para acceder y abandonar la base es preciso utilizar el autocar que facilita la compa?¨ªa.
La azafata de Air Track hab¨ªa informado anteriormente a los pasajeros de la posibilidad del transporte directo a Madrid "como una atenci¨®n especial, y para paliar las posibles molestias producidas por no estar autorizado este vuelo en el aeropuerto de Barajas". Otro autocar estuvo dispuesto para trasladar a Barajas a quienes desearan tomar otro avi¨®n. Los viajeros en tr¨¢nsito no deben hacerse cargo de las maletas, ya que Iberia las factura directamente para que embarquen hacia su pr¨®ximo destino.
Mientras el primer vuelo civil estrenaba Torrej¨®n, los pasajeros con rumbo a Pamplona desde Madrid de Air Track facturaban su equipaje en el mostrador de la compa?¨ªa en Barajas. Despu¨¦s se dirigieron a la puerta de embarque D-41, donde, a las ocho de la ma?ana, les aguardaba un autocar para llevarles a Torrej¨®n.
Entre los pasajeros, la mayor¨ªa ejecutivos, no se escucharon quejas. "Prefiero esto a tener un retraso que te destroza la agenda antes de salir", explic¨® Jos¨¦ Luis D¨ªaz. "Lo importante no es de d¨®nde salga el avi¨®n, sino llegar puntual", a?adi¨® otro cliente, Franco Papetti. "El ¨²nico inconveniente es que hay que embarcar con m¨¢s antelaci¨®n [unos 30 minutos]", terci¨® Ana Serrano.
Algunos pasajeros subieron al autocar sin saber nada del taslado a la base ni que les aguardaba un recorrido de 12 kil¨®metros por la autopista de Barcelona. "Yo me he enterado por el taxista que me tra¨ªa a Barajas de que hoy sal¨ªamos de Torrej¨®n. Espero que todo vaya bien, pero la verdad es que me ha dado un p¨¢lpito" , explic¨® Mercedes Cuerda.
Tr¨¢fico espeso
El autob¨²s rumbo a Torrej¨®n parti¨® finalmente de Barajas a las 8.24. El vuelo a Pamplona estaba fijado para las 8.50. Al abandonar el aeropuerto, el guardia civil del control provoc¨® la carcajada de los, viajeros al preguntar al ch¨®fer: "?Estos son trabajadores?". El tr¨¢fico en la carretera de Barcelona era espeso.
Pese a todo, al cabo de 26 minutos, los 26 pasajeros con destino a la capital navarra estaban a pie de avi¨®n. Entraron en la base militar por un acceso habilitado unos metros antes de la entrada principal. Tras superar el control militar, el autob¨²s rod¨® apenas tres minutos por una carretera que discurre entre la verja exterior (por la izquierda) y un cercado de alambre de espino (a la derecha). El trayecto ser¨¢ m¨¢s corto cuando est¨¦ construida la proyectada carretera interior entre los dos aer¨®dromos.
A las 8.55, con cinco minutos de retraso, la aeronave hizo girar sus dos h¨¦lices hacia la cabecera de la pista. En tierra quedaban los aviones de combate perfectamente alineados. "Antes tard¨¢bamos unos 50 minutos en el viaje. Ahora, al operar en Torrej¨®n, empleamos 10 minutos menos, porque tenemos que dar menos vuelta en la aproximaci¨®n y el tiempo de rodaje por la pista es inferior", explic¨® el piloto. Los representantes de la compa?¨ªa hac¨ªan n¨²meros: "Cada minuto en vuelo cuesta 5.000 pesetas en combustible". Poco antes de las diez, el San Miguel aterriz¨® sin novedad en Pamplona.
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