Un telepredicador en la Casa Blanca

, "T¨² ser¨¢s llamado El Reparador de la Brecha". El pasado 4 de febrero, en su discurso ante el Congreso sobre el estado de la Uni¨®n, Bill Clinton revel¨® que dos semanas atr¨¢s hab¨ªa jurado su cargo como presidente de EE UU ante una biblia abierta en ese vers¨ªculo del profeta Isa¨ªas. Y a?adi¨® que lo hab¨ªa hecho por consejo del reverendo Robert H. Schuller. Las c¨¢maras enfocaron entonces al telepredicador, sentado en el palco de los invitados de honor junto a Hillary Clinton.

"El televangelista de la Casa Blanca ha encontrado su compa?ero del alma en el televangelista Schuller", ironizaba ayer en The New York Times la columnista Maureen Dowd. Y es que el d¨ªa anterior, The Washington Post hab¨ªa revelado la estrecha relaci¨®n espiritual que Clinton sostiene con Schuller, convertido en su nuevo guru personal, en el sustituto de aquel encuestador y analista llamado Dick Morris, que cay¨® en desgracia tras descubrirse que se acostaba regularmente con una prostituta en un hotel de Washington.

El ciudadano Clinton siempre ha sido un buen baptista sure?o, que cada domingo participa en los servicios religiosos de su confesi¨®n, excepto una vez al mes, cuando asiste a los de la iglesia metodista de su esposa, Hillary. Pero el presidente Clinton II va mucho m¨¢s lejos: se ha convertido en un predicador de la reconciliaci¨®n. La pasada semana, dirigiendo un desayuno nacional de perd¨®n en el hotel Hilton de Washington, dijo ante 4.000 personas: "Quiero que hoy se r¨ªan de mis palabras, pero que ma?ana se despierten pensando seriamente en ellas. Esta ciudad [Washington] est¨¢ dominada por gente que es farisaica, santurrona e hip¨®crita. Vivimos en un mundo de dolor, necesitamos ayuda". Acto seguido exhort¨® a todo el mundo a colocar el perd¨®n como la piedra angular de su vida p¨²blica y privada.

El ejemplo de Cristo

Hillary Clinton cont¨® c¨®mo, ense?ando en las escuelas dominicales de Little Rock, comprendi¨® que "el perd¨®n y la humildad son cosas en las que. tienes que pensar cada d¨ªa". "S¨ª", a?adi¨® la primera dama, "la fe y el ejemplo de Cristo pueden llevar a la transformaci¨®n".Autor de cinco best sellers y pastor de la Catedral de Cristal, un edificio alucinante en California, el reverendo Schuller es el art¨ªfice de ese "renacimiento espiritual" de los Clinton. Desde hace 27 a?os, sus sermones dominicales desde la Catedral de Cristal son televisados en directo con el nombre de La hora del poder. Unos 20 millones de norteamericanos los siguen con la boca abierta.

Schuller, prominente figura de la Iglesia Reformada de Am¨¦rica, predica la denominada teolog¨ªa positiva". "Convierte tu dolor en tu halo" y "Dios, m¨¢s yo, igual a una mayor¨ªa" son dos de sus citas favoritas. Clinton le conoci¨® en febrero de 1995, cuando le invit¨® a pasar un fin de semana en el dormitorio Lincoln de la Casa Blanca. Los dos rezaron juntos en esa estancia de la mansi¨®n presidencial y, desde entonces, Clinton adopt¨® a Schuller como gu¨ªa espiritual.