LOS CELOS DEL AGENTE
Eugene Bennett, un antiguo agente del FBI, debe estar profundamente arrepentido de haber jugado con fuego para "castigar" las relaciones de su mujer con Patricia Cornwell, una de las novelistas de misterio que m¨¢s venden en EE UU. En un esc¨¢ndalo muy sabroso para el chismorreo de los c¨ªrculos literarios y de espionaje en Washington Bennett acaba de ser declarado culpable de haber intentado asesinar a su mujer, Marguerite, que tambi¨¦n trabaj¨® para el FBI. El jurado recomienda una condena de 61 a?os de c¨¢rcel, despu¨¦s de haber pasado revista a las haza?as del agente: una emboscada a su mujer en una iglesia, el secuestro de un reverendo metodista y los disparos, sin acertar, contra Marguerite. La tragicomedia de enredo empez¨® con una situaci¨®n que llev¨® al matrimonio a la cat¨¢strofe: en 1992, Marguerite denunci¨® que su marido hab¨ªa estafado 17.000 d¨®lares al Gobierno. En pleno juicio, la se?ora cambi¨® su testimonio, ante el estupor de los fiscales. Una hora despu¨¦s volvi¨® a confirmar la acusaci¨®n y explic¨® su comportamiento por un presunto secuestro y amenaza de muerte del marido, que confes¨® el fraude. Los dos fueron expulsados del FBI. Poco despu¨¦s, la mujer mantuvo relaciones, amorosas -"dos encuentros ¨ªntimos" con la escritora Patricia Comwell, a la que conoci¨® en una clase en la academia del FBI. Bennett argument¨® sin ¨¦xito ante el jurado que estas relaciones le enloquecieron y que por eso hizo lo que hizo. Marguerite ha dicho que su marido no est¨¢ loco y que le alivia mucho saber que va a pasar una temporada en la c¨¢rcel. Patricia Comwell no ha querido hacer ning¨²n comentario.-
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