"Carvalho es term¨®metro de las utop¨ªas de los sesenta y del desencanto de los noventa"
Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n se lleva bien con su personaje Pepe Carvalho. Son ya 25 a?os de ir juntos por la vida y sabe muy bien que, aunque a veces cada uno va por su lado, no tienen m¨¢s remedio que aguantarse. "Nunca he pretendido ser un ¨¢lter ego f¨ªsico de Carvalho", afirma. Y a?ade: "Carvalho ha sido como un term¨®metro que va desde las utop¨ªas de los sesenta hasta el desencanto de los noventa".Pregunta. Pepe Carvalho naci¨®, en Yo mat¨¦ a Kennedy, como algo m¨¢s desmadrado de lo que finalmente fue. ?C¨®mo surgi¨® el personaje?
Respuesta. Era una ¨¦poca bastante dif¨ªcil, ya que el franquismo parec¨ªa eterno y ten¨ªamos la impresi¨®n de que nada cambiar¨ªa. Como fruto de esta sensaci¨®n escrib¨ª Yo mat¨¦ a Kennedy. Aquella novela refleja un mundo irreal que ven¨ªa de la empanada mental que viv¨ªamos. All¨ª cab¨ªa todo: poemas, textos de vanguardia, influencia del c¨®mic y del cine... Era un mare m¨¢gnum que reflejaba la descomposici¨®n de la novela que cre¨ªamos que est¨¢bamos viviendo.
P. En Tatuaje ya aparece m¨¢s definido.
R. A principios de los setenta viv¨ªamos en una dictadura literaria: o escrib¨ªas como Juan Benet o no eras nadie. A los j¨®venes se les exig¨ªa que escribieran el Ulises. El resto eran subliteraturas. Un d¨ªa, en plena euforia et¨ªlica con mi amigo Jos¨¦ Batll¨®, nos burl¨¢bamos de la literatura de vanguardia y ¨¦l me desafi¨® a escribir una novela de guardias y ladrones. Acept¨¦ el reto y escrib¨ª Tatuaje en 15 d¨ªas. La cr¨ªtica la recibi¨® fatal y me acusaron de lanzarme a un suicidio profesional, a una operaci¨®n comercial. Hacer una novela de detectives en el rigor mortis de la cultura espa?ola de la ¨¦poca era horroroso. Para m¨ª, sin embargo, era una novela experimental, ya que Carvalho no era un detective al uso. Viv¨ªa con una puta, quemaba libros, era ex comunista y ex agente de la CIA.
P. ?Se explica el ¨¦xito que tiene?
R. Antes cre¨ªa que era porque hab¨ªa sido el referente de la transici¨®n espa?ola, pero visto el ¨¦xito en otros pa¨ªses pienso que hay algo m¨¢s. Carvalho abarca una ¨¦poca que va de las utop¨ªas de los sesenta, cuando el sexo libre y todo lo dem¨¢s era posible, hasta el desencanto de los noventa. Va de las grandes expectativas hasta los fracasos de estas mismas expectativas, cuando volvemos a follar con cond¨®n y aun sin permiso del Papa.
P. ?Tuvo problemas en la ¨¦poca con las escenas de sexo?
R. Yo mat¨¦ a Kennedy ten¨ªa que publicarse en Seix Barral, pero la censura se mostr¨® implacable. Carlos Barral me aconsej¨® que la llevara a Planeta, que ten¨ªan m¨¢s mano con la censura. As¨ª lo hice y el ¨²nico cambio que
P.La gastronom¨ªa era otra heterodoxia.
R. Todos han acabado siendo expertos en gastronom¨ªa, pero entonces era como algo tab¨². "?C¨®mo es posible?", me censuraban, "con el hambre que hay en el mundo... ". Pero en aquella ¨¦poca estaba naciendo la conciencia de que s¨®lo se vive una vez y de que hab¨ªa que valorar el comer y el sexo como algo importante.
P. El lanzamiento definitivo llega con Los mares del Sur, que gana el Planeta de 1979.
R. A partir de aqu¨ª se me mira de un modo diferente.Tuve cr¨ªticas muy duras, pero por azar un cr¨ªtico franc¨¦s, Michel Le brun, la compr¨®, le gust¨® y le dieron un premio en Francia que supuso un gran prestigio. A partir de aqu¨ª vinieron las traducciones, incluida la china, que me consta que circula fotocopiada.
P. ?C¨®mo es Carvalho?
R. Ahora tiene unos sesenta a?os y no puede hacer lo mismo de antes. Me resisto a paralizar su edad. Antes dec¨ªa que lo ve¨ªa como Jean Louis Trintignant, pero ahora ya es m¨¢s como Harvey Keitel.
P. ?Ha perjudicado Carvalho a su prestigio literario?
R. Durante a?os yo no figuraba en ninguna selecci¨®n de escritores espa?oles. Estaba pagando el precio de Carvalho y del Planeta. Ahora, por suerte, ha cambiado.
P. Carvalho tiene anunciada su muerte como detective para el a?o 2000. ?Lo indultar¨¢?
R. Milenio ser¨¢ la ¨²ltima novela del ciclo Carvalho tal como lo conocemos. Despu¨¦s es posible que lo recicle y lo convierta en esp¨ªa posmoderno al servicio de la Generalitat. Charo, su novia, volver¨¢ de Andorra, se liar¨¢ con alg¨²n cargo de la Generalitat y lo recomendar¨¢ para montar un Cesid catal¨¢n.
Babelia
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