La justicia declara prescrito un delito que tarda 10 a?os en juzgar
Absuelven a tres militares de la muerte de un soldado
Un general del Ej¨¦rcito, otros dos militares y un ex alf¨¦rez m¨¦dico han sido exculpados de cualquier responsabilidad en la muerte de un soldado ocurrida en 1986 porque, seg¨²n la juez, el delito ha prescrito. La muerte del soldado Miguel Angel Escalona a causa de un ataque de asma en unas maniobras militares en La Seu d'Urgell a sido objeto de investigaci¨®n judicial desde poco despu¨¦s de ocurrir, en septiembre de 1986, pero, no lleg¨® a juicio hasta el pasado 6 de febrero. La magistrada alega que la causa ha permanecido "sin movimiento" durante cinco a?os y por ello absuelve a los acusados.
La sentencia ha causado gran sorpresa porque la demora en la investigaci¨®n se ha debido precisamente a la lentitud de la Justicia y a las trabas puestas por el Ministerio de Defensa a la hora de identificar a los mandos que se encontraban al frente de la unidad cuando el soldado falleci¨®. As¨ª lo demuestra el enorme traj¨ªn de documentos intercambiados entre los juzgados militares, los ordinarios y el Ministerio de Defensa, en una instrucci¨®n en la que ha intervenido incluso la sala de conflictos del Tribunal Supremo, que finalmente resolvi¨® que la competencia era de los tribunales ordinarios.La muerte del soldado, fue investigada, en un primer momento, por la justicia militar, que abri¨® diligencias el 25 de septiembre de 1986 en La Seu d'Urgell. El joven falleci¨® por un ataque agudo de asma, enfermedad que aleg¨® cuando fue llamado a filas, en mayo de 1985. Se da la circunstancia, adem¨¢s, de que Escalona hab¨ªa quedado excluido temporalmente de la mili dos a?os antes precisamente por el asma. Sin embargo, en 1985 fue declarado ¨²til y en abril se incorpor¨® a la mili. Tuvo problemas respiratorios en varias ocasiones, hasta que uno de ellos le caus¨® la muerte.
En 1988 un juzgado militar decidi¨® archivar el caso. Entonces los padres del fallecido presentaron una querella criminal en los juzgados ordinarios, concretamente el 3 de marzo. La querella iba dirigida contra los mandos del soldado, pero sin precisar sus identidades, ya que no eran conocidas. Seg¨²n refleja la documentaci¨®n, desde 1988 se produjo un cruce de peticiones y respuestas entre el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17 de Barcelona, al que correspondi¨® la querella, y el Ministerio de Defensa sobre la identidad de los responsables del soldado en el cuartel, sobre el m¨¦dico que se encarg¨® del caso en el Hospital Militar de Barcelona, donde hab¨ªa sido reconocido el soldado, y sobre la composici¨®n del tribunal militar que le declar¨® "¨²til" para la mili.
Las primeras declaraciones se produjeron, finalmente, en 1989 pero los acusados comparecieron en aquel momento como testigos pese a que la querella se dirig¨ªa contra ellos. Seg¨²n la sentencia, la declaraci¨®n del general Francisco Gonz¨¢lez de Vega se produjo el 18 de septiembre de 1989, pero como testigo. Su testimonio como acusado, de acuerdo con la juez, es del 29 de noviembre de 1991. La juez esgrime que con los otros tres acusados pas¨® algo parecido. "Es obvio, pues, que los delitos que les son imputados han prescrito al haber transcurrido con creces los cinco a?os se?alados por la norma, desde que el ¨®bito aconteci¨® hasta que conocieron de su condici¨®n de inculpados en el proceso, por lo que al existir causa que extingue de la responsabilidad penal, procede absolverles de los delitos", precisa el fallo.
Los absueltos son el general Francisco Gonz¨¢lez de Vega, que era el jefe de servicio de neumolog¨ªa del Hospital Militar de Barcelona y reconoci¨® a Escalona; Juan Coves, capit¨¢n de la compa?¨ªa; Sebasti¨¢n Velasco, teniente, y el ex alf¨¦rez m¨¦dico Julio Garc¨ªa Prieto.
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