"El paciente ingl¨¦s' nos recuerda la crueldad y violencia del amor", dice Anthony Minghella
El director presenta en Madrid su tercera pel¨ªcula, candidata a 12 'oscars'
"El coraz¨®n es un horno de fuego". Esta frase del libro El paciente ingl¨¦s, con el que Michael Ondaatje gan¨® el Premio Booker, inspir¨® a Anthony Minghella para actualizar el cine cl¨¢sico ¨¦pico y rom¨¢ntico en una historia de amor interpretada por Ralph Fiennes, Kristin Scott Thomas, Juliette Binoche y Willem Dafoe. La pel¨ªcula, que se estrena en Espa?a el 7 de marzo, ha obtenido 12 candidaturas a los oscars. "Creo que la historia nos recuerda la crueldad y la violencia del amor, al mismo tiempo que el estado de gracia que produce", afirma el director, y guionista.
Tras cuatro a?os trabajando en el gui¨®n de El paciente ingl¨¦s, buscando productor y financiaci¨®n y capitaneando un complejo rodaje, Anthony Minghella, de 43 a?os, nacido en la isla de Wight de padres italianos, puede darse por satisfecho: su pel¨ªcula se perfila como la ganadora de los oscars y la reacci¨®n de los cr¨ªticos se corresponde con el ¨¦xito en la taquilla. Corpulento y afable ' sentado en la sala de estar de la habitaci¨®n de un hotel madrile?o, Minghella gesticula y se arrebata durante la entrevista llega -como su pel¨ªcula- al l¨ªmite de la exageraci¨®n pero se contiene en el punto justo que conocen los buenos conversadores y los buenos guionistas `"Me sorprende la atenci¨®n del p¨²blico sobre la historia de amor, porque yo no era tan, consciente de ello cuando hac¨ªa la pel¨ªcula. Si se me hubiera entrevistado durante el rodaje habr¨ªa hablado de Hana [Juliette Binche], de la guerra, del internacionalismo, de una historia de espionaje. En un principio no era tan consciente del influjo de esa relaci¨®n de amor sobre el conjunto de la pel¨ªcula, ni de que su carga er¨®tica llegar¨ªa de forma tan directa a la gente. Creo en la idea de que el coraz¨®n es un horno d¨¦ fuego, y la pel¨ªcula nos recuerda que a veces, en nombre del amor, nos volvemos ciegos, sordos, est¨²pidos, traidores, inmorales, y con esto no quiero decir que eso est¨¦ mal o bien. No hay juicio en la pel¨ªcula sino descripci¨®n de motivos. Algunos cr¨ªticos han sugerido que yo asum¨ªa un comportamiento determinado y no es as¨ª. Como director no juzgo porque creo que si se hace as¨ª la audiencia se vuelve pasiva
Un misterioso conde
A lo largo de las dos horas y media que dura la pel¨ªcula, el, personaje de Ralph Fiennes, un misterioso conde, domina la si tuaci¨®n en dos tiempos paralelo en el desierto, donde se enamora de una mujer casada, interpretada por Kristin Scott Thomas, y en Italia, tras la II Guerra Mundial, cuando la enfermera Hana cuida sus heridas. "No es un h¨¦roe", dice el director. "Una de las im¨¢genes que tengo de ¨¦l procede de Dante, porque durante todo el metraje se est¨¢. quemando. Esa, es su sentencia, arder por fuera y tambi¨¦n interiormente a causa de la culpa, la p¨¦rdida del amor y la terrible iron¨ªa de las situaciones de guerra. En mi es muy humano. Una de las cosas que he tratado de contar en la pel¨ªcula es que la gente, en la guerra, desconoce las consecuencias de sus actos., Y tambi¨¦n he intentado reflejar el da?o que la gente hace en nombre del amor, a s¨ª mismos y a otros, ya que hay muchos que ingenuamente piensan en el, amor ¨²nicamente como bendici¨®n nunca como maldici¨®n. Y en el, amor coexisten los dos rasgos".El paciente ingl¨¦s se estructura a base de vueltas atr¨¢s, y los cr¨ªticos han destacado la habilidad, de Minghella en la creaci¨®n, de un tiempo cinematogr¨¢fico. Para lograrlo Minghella explica que se pas¨® diez meses en la sala de montaje con el prop¨®sito de que todo pareciera contado en presente continuo: que la urgencia del pasa do fuera mayor que la del presente. "La pel¨ªcula me, parece que est¨¢ siempre al borde del precipicio, la escrib¨ª ydirig¨ª con esa sensaci¨®n amenazante, y pienso que si hubiera perdido el pulso todo el conjunto s¨¦ habr¨ªa ca¨ªdo en pedazos. Los colores, la iluminaci¨®n, el uso de las miradas, todo tiene un prop¨®sito. A veces funciona y otras no. Trato de establecer paralelismos que sirven para precipitar la, historia a modo de puzzle. Por ejemplo, hay, inevitablemente, una transferencia emocional entre el paciente y la enfermera, y en realidad es el paciente el que est¨¢ curando a la enfermera y no al contrario. Parece la historia de una enfermera curando a un paciente, pero la enfermera atraviesa una crisis mayor que el otro, y al final descubre que est¨¢ curada".Minghella opt¨® por contar la historia en un sentido cl¨¢sico, pero "m¨¢s transparente que la novela", asegura. "Creo que el montaje de la pel¨ªcula se sale de lo convencional por su transparencia". "Es un montaje l¨ªquido", a?ade, "en el que intentamos que las transiciones fueran necesarias m¨¢s que nost¨¢lgicas. Quer¨ªa tambi¨¦n recuperar, pese a que se trata de una historia de cinco o seis personajes, un cierto sentido ¨¦pico, recogiendo el impulso del cine de hace treinta o, cuarenta a?os, donde ese sentido era una obligaci¨®n. Hoy en d¨ªa la obligaci¨®n es crear acontecimientos t¨¦cnicos a trav¨¦s de. los efectos especiales, una b¨²squeda bien distinta de la ¨¦pica".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.