Una historia de traficantes y pillos
Fue la ¨¦poca dorada de Conde en Banesto la que alumbr¨® la nueva criatura especulativa
Los antiguos y nuevos gestores de Asturiana del Zinc (AZSA) se han convertido en buenos disc¨ªpulos de Nick Leeson, el trader o intermediario del banco ingl¨¦s Barings que acumul¨® grandes p¨¦rdidas en el mercado de futuros de Jap¨®n renovando sus posiciones y carg¨¢ndose a toda una instituci¨®n. "Lo que hicieron en Asturiana del Zinc fue algo parecido, salvando, claro, las distancias", dijo un analista al Metal Bulletin, de Londres.Los productos derivados surgieron en el mercado para atajar las consecuencias de las fluctuaciones monetarias sobre los tipos de cambio. Banqueros, exportadores y gestores de carteras ten¨ªan necesidad de proteger sus inversiones en la nueva fase de inestabilidad iniciada hace ahora un cuarto de siglo. Pero hecha la ley, hecha la trampa. La aparici¨®n de nuevos instrumentos financieros ha conducido a nuevos escenarios de especulaci¨®n y manipulaci¨®n.
La compra de Austmet por Asturiana del Zinc supuso la primera gran ruptura de accionistas, en 1991. La canadiense Curragh Resources, que entr¨® en AZSA con el acuerdo de crear una empresa comercializadora conjunta en Europa, consider¨® la operaci¨®n Austmet un acto hostil.
Tambi¨¦n vio como Mario Conde, presidente de Banesto, utilizaba AZSA, con la subordinaci¨®n del entonces presidente, Francisco Sitges, para operaciones extra?as, por ejemplo, la adquisici¨®n de acciones de Urbis, que a¨²n est¨¢n en su cartera. AZSA fue tambi¨¦n el escenario en el que Mariano G¨®mez de Lia?o, abogado de la compa?¨ªa, cobr¨® minutas de 300 millones.
. Fue as¨ª, pues, que Curragh rompi¨® con Conde, con Sitges y con AZSA en 1992. Sitges se convirti¨® en trader, estimulando la creaci¨®n de una posici¨®n de vol¨²menes excepcionales. de zinc en el mercado de Londres. As¨ª, los instrumentos del mercado de derivados, nacidos para ayudar a las empresas a cubrirse frente a precios de gran volatilidad, se convirtieron en una palanca de especulaci¨®n desenfrenada.
Fue la ¨¦poca dorada de Mario Conde en Banesto la que alumbr¨® la nueva criatura. Austmet UK fue secundada por Austmet Lausana, una filial enclavada en el centro de operaciones presuntamente il¨ªcitas de Conde, Sitges, G¨®mez de Lia?o y Arturo Roman¨ª en Suiza.
En la cartera de las fundaciones creadas por los cuatro en el para¨ªso fiscal de Liechtenstein (Seasun, Atom y Melvin) hay muchos movimientos con t¨ªtulos de AZSA durante los a?os en cuesti¨®n, as¨ª como referencias a la fiducia de Swoboda, que asumi¨® la participaci¨®n vendida por Curragh en 1992. Y la entidad financiera por la que pasaron las ¨®rdenes de compra y venta, de t¨ªtulos es, c¨®mo no, la Banque Cantonale Vaudois( (BCV), donde el fiduciario Renato Galleti era director.
Por cierto, las participaciones de Sitges, no oficiales, en Asturiana del Zinc y de sus socios de anta?o fueron depositadas en la BCV, que ha declarado en junio de 1993 posee un 5,07% de Asturiana.
Sitges alent¨® la especulaci¨®n en 1992 y 1993 y pidi¨® e apoyo financiero de Banesto en los primeros meses de 1994 cuando Alfredo S¨¢enz ten¨ªa todos los frentes abiertos y e banco no hab¨ªa sido subastado todav¨ªa. Banesto apoy¨® con nuevas garant¨ªas y avales la posici¨®n de Austmet.
El nuevo gestor de AZSA Rafael Benjumea, quiz¨¢ porque los precios del zinc estaban subiendo y se pod¨ªa pensar en aminorar las p¨¦rdida en perspectiva, tambi¨¦n coexisti¨® con la situaci¨®n. Quiz¨¢ eso s¨ª, sin poder conciliar e sue?o.
Los aprendices de Leeson pues, se gastaron 17.000 millones de pesetas en esta aventura. Pero esta cifra, con todo lo excepcional que puede parecer, debe ser sumada a la verdadera gesti¨®n de despilfarro que se impuso en los a?o de Conde en Asturiana de Zinc.
Antes de estas p¨¦rdidas, la ruptura entre Conde y Clifford Frame, presidente de Curragh Resources, condujo a montar una fiducia en Suiza a trav¨¦s de las sociedades Fidinam Fiduciaire y Swoboda Handels. Esto le cost¨® a Asturiana 11.000 millones de pesetas.
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