ACNUR y Amnist¨ªa Internacional rechazan la supresi¨®n del derecho de asilo en el interior de la Uni¨®n Europea

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha lanzado una campa?a contra el proyecto de los Quince de eliminar el derecho de asilo pol¨ªtico en el interior de la Uni¨®n Europea (UE) para los nacionales comunitarios. El ACNUR ha obtenido el respaldo de Amnist¨ªa Internacional, Human Rights Watch, la Liga Internacional de los Derechos del Hombre y el Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados. Los Quince se reunir¨¢n el lunes en Bruselas para superar las reticencias planteadas ahora por algunos socios al acuerdo de principio alcanzado sobre la cuesti¨®n en la pasada cumbre de Dubl¨ªn.Seg¨²n estas organizaciones internacionales, la supresi¨®n del derecho de asilo comportar¨ªa m¨¢s perjuicios que beneficios. Dejar¨ªa sin amparo posibles casos futuros de persecuci¨®n pol¨ªtica en la UE, con los riesgos que eso puede comportar en una Uni¨®n ampliada a la Europa del Este. Los beneficios, a su juicio, son casi nulos, ya que con las actuales normativas ya es imposible la concesi¨®n de asilo pol¨ªtico a personas perseguidas por la comisi¨®n de delitos terroristas.

Espa?a es la principal promotora de la nueva normativa, no tanto para evitar el asilo de terroristas de ETA -de hecho, ning¨²n espa?ol ha obtenido nunca asilo pol¨ªtico en otro Estado de la UE desde la adhesi¨®n de Espa?a en 1986-, cuanto para evitar los efectos propagand¨ªsticos que puede tener la mera tramitaci¨®n de la petici¨®n de asilo, aunque ¨¦sta siempre es finalmente denegada.

Tanto el ACNUR como el resto de organizaciones se?alan que la supresi¨®n del asilo entre los Estados de la UE "introducir¨ªa una limitaci¨®n geogr¨¢fica a la aplicaci¨®n de la definici¨®n del refugiado inscrito en el art¨ªculo 1 de la Convenci¨®n de Ginebra de 1951 y constituir¨ªa una violaci¨®n del Protocolo de Nueva York de 1967, as¨ª como el art¨ªculo 3 de la Convenci¨®n de Ginebra, que obliga a los Estados contratantes a aplicar sus disposiciones sin discriminar en funci¨®n del pa¨ªs de origen".

Las denuncias de estos organismos dan m¨¢s sentido a las reticencias que a¨²n quedan entre algunos socios de la UE a aceptar la propuesta espa?ola, apadrinada tambi¨¦n con fuerza por Alemania, con discreci¨®n por el Reino Unido y, al menos hasta ahora, por Francia. Un hipot¨¦tico cambio de actitud francesa no ser¨ªa ajeno a la enorme pol¨¦mica suscitada en ese pa¨ªs por el intento del ministro del Interior de socavar los derechos de los inmigrantes. La llamada ley Debr¨¦ ha originado una revuelta encabezada por la clase intelectual, que ha obtenido un enorme ¨¦xito popular y ha hecho dar marcha atr¨¢s al Ejecutivo.

Entre los m¨¢s reticentes est¨¢ Grecia, desde siempre contraria a la supresi¨®n del asilo por temor a que una futura incorporaci¨®n de algunos de sus vecinos -especialmente Turqu¨ªa- acabe gener¨¢ndole problemas.

Espa?a rechaza todas estas cr¨ªticas y sostiene que es incongruente que pueda haber perseguidos pol¨ªticos en el interior de Estados democr¨¢ticos, y recuerda que la nueva cl¨¢usula podr¨¢ ser suspendida en un pa¨ªs en el que se instaure una dictadura.