Jano, en el Gobierno
EL GOBIERNO de Aznar exhibi¨® el viernes sus dos caras: intervencionista una (?lvarez Cascos) y ultraliberal la otra (Rato). El Consejo de Ministros pas¨® sin soluci¨®n de continuidad de proclamar su fe absoluta en la desregulaci¨®n como motor de la econom¨ªa a un proyecto de ley que consagra el derecho de injerencia del Gobierno en el f¨²tbol. Por si hab¨ªa dudas, ?lvarez Cascos se encarg¨® de, disiparlas esa misma noche en un mitin al grito de que habr¨¢ f¨²tbol gratis "caiga quien caiga".En Espa?a hay f¨²tbol por televisi¨®n todos los s¨¢bados desde hace muchos a?os. Desde hace seis, hay otro partido codificado los domingos. Esto mejor¨® el contrato de la Liga al crecer los ingresos de las televisiones: publicidad en abierto y abonos en el sistema de pago. La tecnolog¨ªa digital permite sumar a esa oferta la de cualquier otro partido de la jornada, a elegir por el espectador, mediante la f¨®rmula de pago por visi¨®n. Los clubes ingresar¨¢n a cambio 45.000 millones por temporada. El primer efecto ha sido la Liga de las estrellas.
?sa es la situaci¨®n actual: hay una amplia demanda de f¨²tbol televisado y el mercado ha ido creando mecanismos para satisfacerla. Pero al Gobierno no le gusta que la plataforma digital que est¨¢ montando con Telef¨®nica, RTVE y Televisa se haya quedado sin los derechos del f¨²tbol y ha decidido impedirlo por v¨ªa de ley. Para ello ha izado nada menos que la bandera del derecho a la informaci¨®n ?deportiva!
La invocaci¨®n de ese derecho, sin necesidad de leyes espec¨ªficas, bast¨® para que los tribunales ampararan en su d¨ªa la entrada de las c¨¢maras de Tele 5 a los estadios. Es falso, pues, que haya vac¨ªo de ley. Legislar en el ¨¢mbito informativo es casi siempre interferir. De ah¨ª el principio de intervenci¨®n m¨ªnima defendido siempre por los periodistas, y que se traducir¨ªa en esa frase de que la mejor ley de prensa es la que no existe. Puestos a hablar de derecho a la informaci¨®n, hay enormes zonas opacas de la Administraci¨®n p¨²blica que el Gobierno deber¨ªa abrir a los medios antes de la rid¨ªcula invocaci¨®n de ese principio para meter mano en el deporte.
Otra bandera que enarbola la ley es la propuesta europea de qu¨¦ cada pa¨ªs elabore una lista -"selectiva"- de grandes acontecimientos que deben emitirse en abierto en funci¨®n del inter¨¦s general. Una vez m¨¢s habr¨¢ que recordar que nadie ha planteado un escenario que no pase por transmitir en abierto un partido importante en cada jornada de Liga. El Gobierno ha tenido que inventarse as¨ª, con la inestimable ayuda de sus ac¨®litos me di¨¢ticos, el falso mu?eco de que iba a eliminarse el f¨²tbol en abierto para justificar luego su intervenci¨®n. Pero metidos ya en el mundo del espect¨¢culo, puesto que aqu¨ª ya no se trata del derecho a la informaci¨®n, ?por qu¨¦ no amparar con el inter¨¦s general las corridas de toros? ?Las de Jesul¨ªn o las de Espartaco? ?Y un concierto de Madonna? ?Y qu¨¦ tal el eslogan de cine gratis para todos? Por supuesto, el d¨ªa de su estreno y en directo.
La ley altera de tal forma las actuales condiciones del mercado que podr¨ªa. anular la explotaci¨®n comercial de los derechos adquiridos en exclusiva. ?Qui¨¦n pagar¨¢ en ese caso a los clubes los 45.000 millones por a?o? La respuesta podr¨ªa estar en la ins¨®lita presencia de Juan Costa, primer recaudador del Reino como secretario de Estado de Hacienda, junto a Cascos en la reuni¨®n que ¨¦ste celebr¨® en Moncloa con los presidentes de los clubes. Tal vez la alternativa sea garantizar esos ingresos a trav¨¦s del IVA o las quinielas. Resultar¨¢ as¨ª que los archimillonarios contratos de Ronaldo o Mijatovic no los pagar¨¢n los aficionados, los que van al campo o los que se abonen a la televisi¨®n de pago, sino todos los ciudadanos. ?C¨®mo explicar¨¢ Rato esta originalidad a los funcionarios de sueldos congelados? ?Qu¨¦ har¨¢ cuando tenga que anunciar nuevos ajustes? El problema de Jano es que un rostro anula al otro.
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