La visita del Papa a L¨ªbano pondr¨¢ a prueba el recelo entre las religiones
En la sacrist¨ªa de la catedral de Tiro, el obispo de la peque?a di¨®cesis del sur liban¨¦s confiesa en un franc¨¦s impecable que est¨¢ deseando ver a Juan Pablo II Beirut. "Su voz nos hace falta", dice. "Despu¨¦s de tantos a?os de odio tiene que haber fe en la reconciliaci¨®n de los libaneses y la paz en nuestro pa¨ªs". Monse?or John Hadad hace una se?a y uno de sus ayudantes reparte avellanas azucaradas al repentino qu¨®rum de curas j¨®venes y viejos que se han congregado en torno a un periodista interesado en conocer qu¨¦ esperan los cristianos libaneses de la primera visita papal a un rinc¨®n tan complicado y violento de Tierra Santa. En realidad, todos en L¨ªbano se hacen la misma pregunta.
Juan Pablo II proyecta visitar Beirut los d¨ªas 10 y 11 de mayo y el anuncio formulado por el nuncio apost¨®lico, monse?or Pablo Puente, es categ¨®rico: la visita del Pont¨ªfice tendr¨¢ un car¨¢cter exclusivamente pastoral. Las palabras de Puente dan claramente a entender que quienes aguardan algo m¨¢s que expresiones de aliento a la reconstrucci¨®n material y espiritual del pa¨ªs van a llevarse una decepci¨®n. Aunque, extraordinariamente breve, la visita del Papa ser¨¢ la primera a un pa¨ªs de Oriente Pr¨®ximo y corona el s¨ªnodo de obispos libaneses. Pero se inscribe en el marco de incertidumbre ante el futuro del proceso de. paz en la zona. Quiz¨¢ por eso el Pont¨ªfice ha decidido esperar hasta 1999 para visitar Jerusal¨¦n.
Originalmente programada para mayo de 1994, la visita tuvo que ser suspendida, "por razones de seguridad" tras un atentado contra una iglesia de Jounieh en el que perecieron 11 cristianos y m¨¢s de 40 resultaron heridos en plena misa dominical. -La identidad de los autores del atentado permanece en el misterio, pero se sospecha de terroristas cristianos.
Ostracismo cristiano
"Dif¨ªcilmente el Papa podr¨¢ eludir el problema de la ocupaci¨®n israel¨ª o el ostracismo pol¨ªtico al qu¨¦ la influencia de Siria ha condenado a los cristianos en los ¨²ltimos a?os", comentaba un diplom¨¢tico europeo. "Si se limita a hacer exhortaciones a la reconciliaci¨®n sin tocar los or¨ªgenes de los conflictos que todav¨ªa aquejan a L¨ªbano, cristianos y musuImanes, van a sentirse defraudados".Aunque la jerarqu¨ªa de la mayor¨ªa musulmana, incluyendo el secretario general del Hezbol¨¢, el jeque Has¨¢n Nasrala, se ha declarado plenamente partidaria de la visita del Papa calific¨¢ndola de "hist¨®rica", l¨ªderes shi¨ªes como el jeque Mohamed Fadlala, "gu¨ªa espiritual". del movimiento isl¨¢mico, en entrevistas con la prensa beirut¨ª, han expresado sus reservas, principalmente a ra¨ªz de una expresi¨®n de Juan Pablo II durante la visita este mes al Vaticano del primer ministro israel¨ª Benjam¨ªn Netanyahu. "Dios bendiga a Israel", declar¨® en esa oportunidad el Pont¨ªfice. Fadlala reaccion¨® instant¨¢neamente: "?C¨®mo puede Dios bendecir a una entidad basada en la injusticia?", fue la airada declaraci¨®n del respetado cl¨¦rigo shi¨ª.
El jeque Mohamed Mahd¨ª Shamsed¨ªn, presidente del Alto Consejo Shi¨ª, dijo por su parte que esa manifestaci¨®n papal ha causado "profunda consternaci¨®n entre los musulmanes" y, advirti¨® "que cualquier error durante la visita papal puede provocar serias consecuencias".
En el campo cristiano se hacen dos pron¨®sticos. La visita papal, dice el primero, traer¨¢ consuelo a los cristianos cuyos controvertidos l¨ªderes cristianos de anta?o o han sido asesinados (Bashir Gemayel, Dany Cham¨²n), est¨¢n en el exilio (el ex pre sidente Am¨ªn Gemayel, general Michele Ao¨²n) o viven sujetos a constantes presiones sirias. El segundo, que parte de sectores como el peque?o Partido Nacional Liberal de Dory Cham¨²n, sostiene que la visita no har¨¢ otra cosa que "consagrar la ocupaci¨®n ilegal" de Siria, cuyos 35.000 soldados en territorio liban¨¦s son s¨®lo una. ilustraci¨®n de las onmipresentes ambiciones hegem¨®nicas de Damasco.
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