Una pr¨®xima misi¨®n del transbordador estar¨¢ dedicada a Ram¨®n y Cajal
La moderna investigaci¨®n sobre el cerebro se estren¨® a principios de siglo con el descubrimiento que vali¨® el Premio Nobel a Santiago Ram¨®n y Cajal: el ¨®rgano de donde salen las ideas no es un amasijo uniforme de c¨¦lulas, sino una compleja red de unidades in dependientes, las neuronas, conectadas entre s¨ª. Hoy las t¨¦cnicas permiten ya espiar al cerebro mientras siente una emoci¨®n o archiva un recuerdo, e incluso estudiar qu¨¦ cambios qu¨ªmicos le ocurren en caso de esquizofrenia. Pero los cient¨ªficos no han olvidado a Cajal; es m¨¢s, han decidido que los experimentos que pondr¨¢n el broche de oro a un siglo de neurociencia estar¨¢n dedicados precisamente a ¨¦l. Un completo laboratorio para estudiar el cerebro saldr¨¢ al espacio en marzo del pr¨®ximo a?o a bordo de un transbordador estado unidense, y la misi¨®n ser¨¢ en honor del investigador espa?ol, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico.
El laboratorio se llama Neurolab, y se encuadra en el programa sobre ciencias de la vida de la NASA, aunque participan en ¨¦l otros cinco organismos espaciales -Incluida la Administraci¨®n Espacial Europea- y m¨¢s de 30 grupos de investigaci¨®n de una decena de pa¨ªses.
La misi¨®n es tambi¨¦n una forma de clausurar la d¨¦cada del cerebro, subt¨ªtulo que el Congreso de Estados Unidos coloc¨® a los a?os noventa "en reconocimiento a los tremendos avances en nuestro conocimiento del cerebro y las ciencias del comportamiento", dice la responsable cient¨ªfica del proyecto por parte de la agencia espacial estadounidense NASA, Mary Ann Frey.
Tejido nervioso
"Como padre de la neuroanatom¨ªa y uno de los m¨¢s famosos neuro cient¨ªficos de todos los tiempos, el trabajo de Ram¨®n y Cajal se relaciona directa e indirectamente con los experimentos del Neurolab", asegura Frey. El homenaje se concreta en que a bordo del transbordador, adem¨¢s de caracoles, ratas pre?adas, embriones de mosca, peces, larvas de rana y, por supuesto, personas, volar¨¢n, seg¨²n Frey, dibujos originales de Cajal y algunas de las muestras de tejido nervioso preparadas por ¨¦l, que a¨²n se conservan en perfecto estado en el Instituto Cajal de Madrid.La misi¨®n durar¨¢ 16 d¨ªas y figura en la agenda de los Shuttle como la ¨²ltima dedicada a biolog¨ªa y biomedicina. Los experimentos en el espacio que vengan despu¨¦s pertenecer¨¢n ya a la era de la estaci¨®n internacional Alfa, donde los astronautas permanecer¨¢n por periodos de hasta 16 meses. "Lo que aprendamos gracias al Neurolab servir¨¢ para que en un futuro el hombre consiga vivir mucho tiempo en el espacio sin sufrir efectos adversos", explica Marc Shepanek, cient¨ªfico de la divisi¨®n de Ciencias de la Vida de la NASA.
Y es que las estaciones espaciales son sitios donde a los insectos les basta con flotar, sin mover las alas, para mantenerse en el aire, y donde las personas pueden dormir de pie con toda comodidad. Pero la falta de gravedad tambi¨¦n trae problemas. Por ejemplo, los puntos de referencia que en la Tierra sirven para saber lo que est¨¢ arriba y abajo ya no valen, lo que a menudo provoca mareos y n¨¢useas a los astronautas.
Tambi¨¦n el coraz¨®n funciona de modo distinto, porque ya no necesita bombear con tanta fuerza para llevar la sangre hasta el cerebro (no hay nada que empuje hacia abajo a los fluidos corporales). Y podr¨ªa incluso ser cierta la hip¨®tesis de que en el espacio la capacidad de aprendizaje mejora, debido, parad¨®jicamente, al estr¨¦s que sufre el cuerpo para adaptarse a las nuevas condiciones. As¨ª que los experimentos del Neurolab estudiar¨¢n c¨®mo el cerebro integra la informaci¨®n que recogen sus ¨®rganos sensoriales para mantener el equilibrio, o c¨®mo se las arregla el sistema nervioso aut¨®nomo para adaptar el ritmo cardiaco a la falta de gravedad.
Ritmos
"Es tambi¨¦n una oportunidad ¨²nica para investigar c¨®mo los patrones de luz y oscuridad regulan los ritmos biol¨®gicos del organismo, porque el transbordador espacial da una vuelta completa a la Tierra cada 90 minutos y eso elimina la sucesi¨®n de los periodos terrestres de luz y oscuridad, el d¨ªa y la noche", se?ala Shepanek.Los experimentos con animales aportar¨¢n, adem¨¢s, datos sobre el papel que juega la gravedad en el desarrollo del cerebro en el embri¨®n o, m¨¢s en general, sobre la cuesti¨®n de si un feto de mam¨ªfero podr¨ªa crecer bien en una estaci¨®n espacial. Para Frey "estas investigaciones ayudar¨¢n a comprender mejor los mecanismos b¨¢sicos del funcionamiento del cerebro".
En estos momentos est¨¢ en estudio la participaci¨®n de investigadores espa?oles del Instituto Cajal en el Neurolab, y debe decidirse exactamente qu¨¦ material del legado de Cajal guardado en este centro ser¨¢ el que vuele al espacio.
Cuando la NASA presente oficialmente la misi¨®n ense?ar¨¢ tambi¨¦n su emblema espec¨ªfico: probablemente, una placa con una de las famosas neuronas dibujadas por el Nobel espa?ol.
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